Se inicia la cuenta regresiva para reestructurar la deuda pública con acreedores finales, con la oferta final proyectada por el gobierno para el 31 de marzo. En este marco, el presidente Alberto Fernández firmó un decreto con el que autorizó al ministro de Economía, Martín Guzmán, a reestructurar deuda por USD 68.842 millones. 

El decreto 250/2020 señala que en el marco de la autorización conferida al ministerio de Economía en el artículo 3º de la Ley Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda Pública emitida bajo ley extranjera (N° 27.544), por hasta un monto que no supere el los USD 68.842 millones, se establece que "las prórrogas de jurisdicción será en favor de los tribunales estaduales y federales ubicados en las ciudades de Nueva York- Estados Unidos-, Londres- Reino Unido-, y de los tribunales ubicados en la ciudad de Tokio- Japón". 

Además dice que la renuncia a oponer la defensa de inmunidad soberana será exclusivamente respecto de reclamos que se pudieran producir en las jurisdicciones que se prorroguen, "con relación a los contratos que se suscriban y a las operaciones de crédito público que se realicen con cargo al presente decreto".

Y agrega que no implicará renuncia alguna respecto de la inmunidad de la República Argentina con relación a la ejecución de los bienes que se detallan en el artículo 3º de la mencionada Ley. En tanto, el artículo tres establece que se de cuenta a la Comisión Bicameral Permanente del Congreso de la Nación.

Cabe señalar que el Presidente adelantó la firma ante una consulta periodística, sobre el monto y la reestructuración de la deuda. En ese momento, el jefe del Estado contestó: "Acabo de firmarlo son unos 68.000 millones de dólares".

"Nos han dejado una deuda que nos condiciona mucho", dijo el Presidente durante una entrevista por Canal 9, para luego agregar "que debemos ver las limitaciones que tenemos. Cuando se produce una crisis como esta, el comercio mundial se cae y debemos ser muy cuidadosos".

El decreto no incluye los tramos de deuda contraídos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por unos u$s 44.000 millones.