El gobierno de Javier Milei intervendrá en el mercado y ordenará la baja de impuestos en la industria automotriz, de la que dependen más de 75 mil empleos a nivel nacional, según el anuncio realizado este viernes por el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo, que blanqueó la “rebaja de aranceles y exención de derechos de exportación” a las empresas con el fin de reactivar el rubro tras una caída del 30% en la producción en marzo.

Con el objeto de mejorar la competitividad e impulsar el crecimiento del sector automotriz, lanzaremos una rebaja de aranceles e impuestos que beneficiará a este sector que actualmente tiene el 10% de la producción total industrial y genera más de 75 mil empleos”, afirmó esta tarde el titular del Palacio de Hacienda. La medida responde al derrumbe de la actividad en el sector, que ha catapultado los precios de las autopartes nacionales.

Junto a ello, el funcionario sostuvo: “Se mantendrá además la exención de derechos de exportación para las exportaciones incrementales que estaba vigente desde 2021 y se sistematizará y digitalizará el régimen de Reposición de Existencias (Repostock)”, luego de conocer el más reciente relevamiento del desempeño del área en marzo, cuando se registró una baja de casi un tercio con respecto a la actividad del año precedente.

Es que, de acuerdo con la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), en el tercer mes de 2024 la producción fue un 29,4% inferior a la del mismo período de 2023, mientras que el volumen de producción de vehículos se situó en un 27,6% menos interanual. A ello se suma la advertencia esgrimida esta semana por la Unión Industrial Argentina (UIA), que adelantó que la caída de la actividad en el rubro se profundizará durante las semanas venideras.

Ante ello, el Estado Nacional decidió darle un empujón a la mano invisible del mercado con la esperanza de subsanar la crisis en un sector esencial para el andar industrial argentino. De hecho, según postuló Caputo, “estas medidas permitirán que los proveedores vendan partes a las terminales con una rebaja de aranceles e impuestos y que se genere una caída en el costo de las autopartes nacionales con destino a exportación”, lo que, se espera, mejorará el rendimiento de la producción argentina.

“En este sentido, los aranceles de moldes de metal usados por la industria automotriz pasarán del 35% al 12,6%, mientras que los moldes de inyección plástica pasarán del 24% al 12,6%”, señaló el ministro; y anticipó: “A partir de junio, también se homologarán los ensayos de Licencias para la Configuración de Modelos (LCM) con Brasil para que no sea necesario duplicar aquellos ensayos que ya están reconocidos por el país vecino y viceversa”.