El Gobierno cerró la residencia pediátrica del Garrahan y la transformó en una beca
El Ministerio de Salud comunicó la medida este miércoles como una "solución" al conflicto por el ajuste y los bajos salarios en el hospital. Los residentes denunciaron que se trata de una precarización de su situación laboral.
En medio del conflicto por el Hospital Garrahan, el Ministerio de Salud de la Nación anunció una modificación al sistema nacional de residencias pediátricas que no hizo más que agravar la situación. Es que la medida del Gobierno implica cerrar la residencia tal y como se conoce para dar paso a un sistema de becas precarizadas.
En un comunicado oficial, la cartera de Salud liderada por Mario Lugones informó que en el nuevo sistema el residente ingresante “podrá optar entre dos modalidades” para completar su formación: la “beca Institución” o la “beca Ministerio”.
En ambos casos, el residente deja de cobrar un salario como lo hacía hasta ahora. En la beca de institución, el residente firma contrato directo con el hospital, “en el que se cobra la beca sin descuentos de aportes y cargas sociales, y los seguros, ART, malapraxis y salud, son cubiertos por esa misma entidad”.
“Incluso podrá recibir bonos adicionales si así lo dispone la institución. Más simple, más transparente, más justo”, afirma el comunicado del Ministerio de Salud.
En el segundo caso, en la beca ministerio, el residente firma el contrato con la cartera de Salud, “con los descuentos habituales por aportes y obra social y donde la institución se sigue haciendo cargo de los seguros”.
Ahora bien, el texto oficial no dice que en ambos casos el residente deja de cobrar un sueldo en blanco, no tiene obra social, aguinaldo, licencias, antigüedad en el hospital y en el caso de las becas de institución, ni siquiera aportes jubilatorios.
“A cambio, recibiremos un ‘estipendio’. No es salario. No hay derechos laborales. No hay futuro”, denunciaron los residentes. “La solución no puede ser el retroceso”, exclamaron.
“Desde el Ministerio nos aseguran que con ‘el sello Garrahan’ es suficiente. Como si el prestigio pudiera pagar alquiler, comida o salud. Como si los cuatro años de formación, guardias interminables y responsabilidades clínicas pudieran pagarse con palmaditas en la espalda", resaltaron en un comunicado que compartieron en redes sociales.
Y comoletaron: “Esto no es solo un ataque a los médicos en formación: es un intento de destruir el sistema de residencias como lo conocemos, de precarizar aún más la salud pública”.