El gran beneficiario de las políticas del Gobierno fue el campo argentino. Tras la eliminación de las retenciones al trigo, maíz, carne y las economías regionales, la soja, que es el principal cultivo del país, y que la gran mayoría se vende afuera, tuvo una baja del 35 por ciento al 30 por ciento. Desde el sector agroindustrial pidieron una nueva reducción en los impuestos y desde la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, Ricardo Negri adelantó que  estamos definiendo el cómo, el cuándo y si se tratará de un recorte de 5 puntos de golpe o un descuento gradual a lo largo de varios meses .

Rodolfo Rossi, el actual titular de Acsoja, que concentra a todos los actores vinculados a la producción del producto, le solicitó al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile que es necesario concretar la nueva rebaja en las retenciones a la soja.

El propio Ministro Buryaile contó que en los próximos días habrá anuncios al respecto. Los productores ven con buenos ojos una nueva rebaja del impuesto y afirmaron a Clarín que por culpa de lluvias excesivas, hubo mucho rechazo de granos con alto contenido de humedad y que en zonas productivas como la provincia de Santa Fe, reparar el daño climático implica un gasto de $ 45.000 millones.

En cambio, los exportadores optan más por la gradualidad, ya que de anunciarse una rebaja de 5 puntos sin de golpe, no habría, hasta que se haga efectiva, ninguna liquidación de divisas a la espera de esa medida. En cambio ven con buenos ojos la gradualidad para mantener el volumen exportable.