El mes de junio comenzará con un nuevo golpe al bolsillo: un nuevo aumento en la nafta y el gasoil. Así lo oficializó el Gobierno luego de actualizar por decreto los impuestos sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y el Dióxido de Carbono. 

A pesar de que el Gobierno pidió que el incremento no se traslade de lleno al precio del combustible, lo cierto es que se estima que a partir del próximo sabado el litro de nafta va a subir un 20% promedio en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que el gasoil podría aumentar un 11%. 

El Decreto 466 firmado por Javier Milei finalmente oficializó el incremento sobre los impuestos a los combustibles que el Gobierno había suspendido en mayo para evitar un mayor impacto en el índice de inflación. 

La disposición publiacada este martes en el Boletín Oficial estableció que los incrementos en los montos de impuesto “que resulten de las actualizaciones correspondientes al cuarto trimestre calendario del año 2023 y al primer trimestre calendario del año 2024″, impactarán de la siguiente manera: $10,121 el ICL sobre la nafta y $ 8,245 el ICL sobre el gasoil que a su vez tendrá $4,464 extras correspondientes al “incremento monto fijo actualizado del gravamen –tratamiento diferencial– artículo 7°, inc. d)”. 

En tanto, el incremento al Impuesto al Dióxido de Carbono será de $0,619 para la nafta y de $0,935 para el gasoil.

“Con el fin de estimular el crecimiento de la economía garantizando un sendero fiscal sostenible, resulta razonable diferir parcialmente los efectos de los incrementos que resultarían aplicables a partir del 1° de junio de 2024 para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil”, argumentó el Gobierno Nacional.

Mientras tanto, la venta de combustibles sufre un fuerte descenso. En abril, el consumo fue el más bajo de los últimos 34 meses como producto de la recesión económica interna y la diferencia de precio con países vecinos, que impulsa a los habitantes de zonas limítrofes a cruzar la frontera para cargar el tanque.

En líneas generales, la venta de nafta tuvo una baja del 11,4% interanual, mientras que el consumo de gasoil cayó un 16,5% interanual.