En medio de una fuerte escalada de precios, el gobierno nacional trabaja en un proyecto de ley para “redistribuir la renta inesperada” y crear un nuevo IFE destinado a los trabajadores informales y monotributistas.

Fue el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien adelantó la medida durante una entrevista en C5N antes de que se conociera el índice de inflación de marzo. La iniciativa busca obtener recursos adicionales de aquellos sectores que registraron una renta extraordinaria por la suba de los precios internacionales. 

Sin embargo, aún no han habido especificaciones sobre si de trata de un impuesto por única vez, permanente, o un aporte; tampoco se conocen los valores que se tomarán como referencia para determinar la ganancia extraordinaria.

El propósito del Poder Ejecutivo es destinar esos fondos a trabajadores precarizados e informales, cuyos ingresos se han visto deteriorados por la fuerte inflación y que no cuentan con la posibilidad de negociar en un paritaria.

De acuerdo a diversos estudios de mercado, se registra un debilitamiento en el consumo de los sectores cuyos ingresos están inmediatamente por encima de los mínimos. Estos son alcanzados por distintos programas asistenciales del gobierno (AUH, planes, canastas, tarjeta Alimentar), que suelen tener aumentos. No obstante,  no sucede lo mismo con los cuentapropistas que se encuentran en situación precaria por lo que buscarán darle una ayuda económica.