En medio de la incertidumbre por el rumbo de las negociaciones de deuda externa, Martín Guzmán salió  a poner blanco sobre negro sobre el posicionamiento del Gobierno frente al escenario. En medio de críticas y presiones de la oposición por una presunta falta de definiciones claras del proyecto económico del Frente de Todos, el ministro de Economía se plantó y marcó las prioridades frente al delicado escenario económico del país.

En concreto, las más recientes declaraciones que señalaron al Gobierno provinieron de parte del ex titular de Hacienda durante la era Cambiemos,  Alfonso Prat Gay, quien se despachó contra Alberto Fernández por haber declarado que “no creía en los planes económicos”  descartar la solidez de un programa específico para esa área.

“Cuando no hay un programa, la consecuencia es que los acreedores te van llevando de la nariz y cada día te piden más y el fracaso está garantizado”, disparó Prat Gay, en sintonía con la actual negociación de deuda que Martín Guzmán intenta cerrar a capa y espada con acreedores internacionales. “Cuando terminemos la negociación con los bonistas, nos vamos a tener que sentar con el Fondo Monetario y lo primero que va a pedir va a ser un plan. Entonces, será el plan de ellos”, agregó el ex titular de Hacienda.

En esa misma línea, Guzmán decidió salir a marcar terreno y mostrar solidez ante la posición del Gobierno. “Aceptar lo que ellos piden significa más desempleo y más angustia para la gente, significa tener que ajustar jubilaciones eso es algo que no vamos a hacer”, sostuvo el Ministro en diálogo con TN, al ser consultado por los planteos que ahora gravitan entre los bonistas.

Vale destacar que la falta de planteos contundentes sobre el porvenir financiero del Frente de Todos -en este momento enfocado de lleno en manejar la crisis por el COVID19-, ha sido blanco de reiteradas críticas desde varios sectores opositores o disidentes con el sector más cercano al Frente de Todos.

“Nosotros no nos queremos pelear con nadie, queremos resolver un problema que ya teníamos. Cuando se emitió esa deuda se pagaba 7% y los acreedores sabían que tomaban un riesgo elevado. No hay deudor irresponsable sin acreedores irresponsables. Ahora les pedimos que ganen menos”, ratificó Guzmán, quien busca fortalecer el rol del oficialismo en una negociación que, a medida que se dilata, genera más incertidumbre en el panorama nacional.

“Hay una cantidad de acreedores que sí aceptan la oferta. No queremos comprometernos con pagos que le impidan al país poner en marcha las políticas públicas que necesita”, destacó Guzmán.