El grito halcón que deja a JxC al borde del colapso: “Si no apoyamos a Milei, el peronismo lo voltea”

Lo que parecía una jornada soleada y cálida puertas afuera, adentro del espacio cerrado del Campo Hípico Alemán solo presagiaba tormenta. La falta de acuerdo del rumbo a seguir por parte de la coalición cambiemista, tercera en la elección general, estuvo a la orden del día.

Varios dirigentes salieron a marcar la cancha contra un acuerdo con el presidente electo Javier Milei. Y en algunos casos, caras de “pocos amigos”, corridas hacia los autos personales, silencio ante la prensa que se agolpaba en un espacio para periodistas a los que no paraban de sonarles los celulares con las novedades que acontecían a unos metros.  

Los 140 asistentes al almuerzo de Juntos por el Cambio (JxC) se dividen entre las posiciones dialoguistas e integracionistas con el nuevo oficialismo “libertario” y las que recurrentemente repetían que fueron elegidos para ser una “alternativa” y una “sana oposición”.

Y también la división se traza entre quienes prefiguran que su lugar está, dentro del ámbito legislativo, al acecho de formar parte de la primera plana del nuevo gobierno, versus quienes desde el Congreso no ven viable que JxC sea la llave de gobernabilidad de La Libertad Avanza (LLA).

Y a este segundo tren se le suman los diez gobernadores del espacio, que tachan de su léxico cualquier concepto asociado a “cogobernar”, y que quienes busquen su lugar dentro del nuevo gobierno de Milei no lo hagan en nombre de una marca JxC cada vez más desgastada.

Aunque faltó el mandatario electo por San Luis, Claudio Poggi, el resto sí dio el presente: Claudio Poggi (San Luis) faltó con aviso y adhirió al documento final. El resto estuvo presente. Al anfitrión Jorge Macri se le sumaron Marcelo Orrego (San Juan), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut), Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes), y Carlos Sadir (Jujuy).

El senador nacional del espacio radical Evolución Martín Lousteau fue uno de los primeros en abandonar el campo, sin dar declaraciones, no sin antes abrazarse con su contendiente en las PASO por la jefatura de Gobierno porteño Jorge Macri.

El exintendente de Vicente López sabe que debe hacer malabares para quedar bien con su primo Mauricio y el bando de “halcones” en su cruzada “ProLibertaria”. Pero también necesita de los radicales, del sector de Graciela Ocaña y de la Coalición Cívica, que ya abandonó Juntos y no se presentó al almuerzo, para garantizar los votos en la Legislatura porteña.

Pero ese semblante de afecto se pierde en el mar de estruendos adentro de la coalición. Uno de los momentos más tensionantes en el encuentro se produjo cuando la exradical y hoy diputada electa “halcona” Silvana Giudici planteó que si JxC no apoyaba a Milei, el peronismo lo “voltearía” en una hipotética asamblea legislativa. A esto se le sumaba que Ritondo planteó sus intenciones de ser el presidente de la Cámara baja.

Otro factor que explicaba fastidio en las huestes cambiemistas, provenía del sector de Ritondo, y también de Patricia Bullrich, por la labor de “multicomando” de Mauricio Macri. El expresidente pasó de digitar la alianza con Milei, pasando por su gira a Dubai, a orquestar la campaña de su exministro de Modernización Andrés Ibarra en Boca. Desde la filas de “halcones” le reclaman mayor participación para intentar destrabar la contienda interna.  

El concierto de veloces salidas no se hizo esperar. Primero Luis Juez, que enfiló hacia el Senado; luego, Miguel Pichetto; también María Eugenia Vidal. Ninguno dio declaraciones pero sus pasos embravecidos rumbo a la salida eran señales elocuentes.  

Mientras tanto, los gobernadores insistían puertas adentro que los legisladores deberían aunar esfuerzos para garantizar la unidad del cuerpo de JxC en la medida de lo posible. Pero esto ya se ponía en extrema tensión con las aspiraciones de Ritondo de darle gobernabilidad a LLA y a Milei encabezando Diputados.

Solo algunos osados prefirieron quedarse a charlar con la prensa una vez que terminó la reunión. El diputado Damián Arabia con una sonrisa socarrona lo resumía: “Salió como tenía que salir”.

Héctor Baldassi enfilaba hacia la calle con su monopatín y su casco, mientras atrás de él otros dirigentes optaban por el silencio. El senador Humberto Schiavoni le dio puntaje al cónclave: “9 puntos”, sintetizó a Diagonales mientras partía rápidamente a su auto.  

“El saldo es muy positivo. Ratificamos la unidad y el trabajo legislativo conjunto. También definimos conceptos, no estamos a favor del cogobierno. Pero si algún dirigente de JxC quiere integrar el gobierno, lo hará a título personal y no institucional de parte de nuestra fuerza política”, aseguró a Diagonales el gobernador electo por Santa Fe Maximiliano Pullaro.

“Los trapitos sucios se lavan adentro y el mensaje hacia afuera, hacia la sociedad es que JxC se mantiene unida. Que hay discrepancias y disidencias, las hay. Pero cómo no va a haber en una coalición. Y las incorporaciones al gobierno de Milei se harán a título personal. Pero no hay ningún palo en la rueda para hacerlo, si alguien lo desea”, señaló a este medio el diputado José Luis Espert.  

En el comunicado oficial de los gobernadores cambiemistas, enfatizaron nuevamente que no van a “cogobernar” con Milei. Aunque sí afirmaron que “es bueno que algunos dirigentes que quieran ayudar lo hagan, porque es mejor un gobierno sólido con buenos dirigentes, que un gobierno débil”.

“Pero eso no nos compromete ni obliga como garantes”, agregaron. Para ellos, “la sociedad” les asignó el rol de “acompañamiento responsable a un gobierno nacional elegido por una mayoría”.

La respuesta de los legisladores duros del PRO no se hizo esperar. “Este comunicado fue redactado y difundido por los gobernadores de JxC. Los legisladores no participaron de la elaboración ni aprobación del mismo”, aclararon a este medio desde el espacio de Ritondo.

Una pequeña muestra de las horas de tensión en el Campo Hípico que tendrá nuevos capítulos en los próximos días.