El banderazo que el cristinismo impulsó para este 20 de junio en las puertas de la casa de CFK finalmente tuvo que trasladarse al Parque Lezama. El Gobierno nacional, a través del Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich, dispuso un operativo de seguridad en las zonas aledañas a San José 1111 con el objetivo de amedrentar y provocar a los asistentes a la convocatoria. Rápida de reflejos, la propia CFK propuso que el banderazo se hiciera en el auditorio del Lezama, y la gente le respondió.

Como el miércoles pasado en la Plaza de Mayo, buena parte de la primera plana cristinista se congregó para abrazarse con su gente y acompañar el apoyo a CFK. Mayra Mendoza, Oscar Parrilli, Eduardo Wado de Pedro, Horacio Pietragalla, Luana Volnovich, Paula Penacca, Leopoldo Moreau, Emmanuel Santalla, Lucía Cámpora, entre otros, dijeron presente en un auditorio que con el paso de las horas se fue colmando hasta terminar explotado de gente.

X de Diagonales

Pero la gran sorpresa se dio a minutos de que comenzara el primero de los dos audios que se escucharon de CFK. Detrás de los parlantes y el mínimo escenario improvisado, la seguridad abrió un cordón por el que de repente y sin aviso apareció Máximo Kirchner. Tras fotos y abrazos con la gente que bordeaba la zona en que se encontraba la dirigencia, y luego de escuchar Aurora y el Himno Nacional cantados en vivo, llegó el turno del único orador en vivo del acto.

“¿Cómo están? Feliz día de la bandera para todos, compañeros, compañeras, argentinos y argentinas. Solamente decirles gracias, gracias por, en 24 horas, poder organizar este verdadero encuentro popular, de haber escuchado lo que dijo hoy Cristina a la mañana, de venirse para acá”, arrancó Máximo, desatando aplausos y vitoreos entre los asistentes.

El líder de La Cámpora destacó que “una de las primeras condiciones que necesitamos para reorganizarnos es ser ordenados, disciplinados y tener una conducta inquebrantable ante las provocaciones, los aprietes, y las injustas sentencias”. Máximo se refería al operativo de último momento que Argentina con Cristina debió desplegar para evitar que una multitud se congregara en las puertas de San José 1111, ante el despliegue de las fuerzas federales de Bullrich en la zona y el pedido de la propia CFK.

“Otro nuevo show, tratando de ganar un protagonismo que los votos nunca le dieron, mostrando nuevamente, como dijera hoy la ex Presidenta, que puede defender cualquier tipo de ideas a lo largo de su vida, pero lo que no cambia nunca es su propensión a la violencia”, sentenció Kirchner en referencia a Bullrich. Desde el público brotaron cánticos e insultos contra la ministra, que no se privaron de referencias etílicas.

Máximo agradeció la importante concurrencia, que desbordó la capacidad de 6000 personas del anfiteatro del Parque Lezama. “En nombre de mi familia, de mi hermana, de mi viejo, de todos los que laburaron codo a codo durante esos 12 años con Néstor y Cristina también”, lanzó, y la militancia estalló en un “Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo”. Llegando al final de su breve mensaje, Kirchner agradeció también “porque en el peronismo teníamos dos fechas, el 17 de octubre, el día de la lealtad, el 17 de noviembre, el día de la militancia, y lo que será a partir de ahora, el 18 de junio, que fue el día de la dignidad de un pueblo que no se calla cuando se lo quieren llevar puesto y proscribir a su dirigente”.

Ante la imposibilidad de lo que hubiera sido un gran momento para CFK, celebrar el día de la bandera en contacto con su pueblo desde el balcón de su casa, Máximo expresó que “como dijo ella hoy, todo esto es menos malo cuando ustedes alzan la voz, pasan por su casa, tocan bocina, gritan”. Pero fue un poco más allá, lanzó un llamado político de cara a lo que viene: “y va a ser menos malo si podemos organizarnos y juntar una mayoría política para que en el 2027 la Argentina vuelva a recuperar la senda que nunca debió abandonar aquel 10 de diciembre del 2015”. En el corazón del cristinismo la respuesta a la proscripción y la prisión de CFK está clara y es política: se trata de construir una alternativa y ganar las elecciones.

“Muchas gracias por tanto amor, no me va a alcanzar la vida para agradecérselo. Mil gracias amigos y amigas, y creo que ahora ya lo dejo con ella. Así que, feliz día de la bandera, feliz día Argentina, y feliz día para ustedes, y muchas gracias nuevamente”, finalizó Kirchner, y de los parlantes y en segundos brotó la inconfundible voz de CFK, que silenció mágicamente a los miles de asistentes y volvió a dejar en claro que aunque la proscriban y la priven de su libertad, no conseguirán callarla ni que su pueblo deje de escucharla.