El escenario pre electoral va tomando temperatura y se calientan las internas en las dos coaliciones más importantes del país. En el caso del Frente de Todos, los coletazos de la mesa política de hace unas semanas siguen repercutiendo en la discusión sobre la posibilidad o no de una candidatura de Alberto Fernández. Con la escalada del operativo clamor por una candidatura de CFK, el Presidente va perdiendo adhesiones y sectores que hasta ayer lo sostenían como una alternativa al kirchnerismo se van bajando de su barco.

Esta mañana, quien avisó que no apoya una nueva postulación de Alberto Fernández fue el Movimiento Evita. La noticia, sin embargo, no estuvo en la definición, que ya se escuchó el viernes pasado de la boca del mismísimo Emilio Pérsico, sino en la contundencia de lo que comunicaron.

Gildo Onorato, Secretario Gremial de UTEP en uso de licencia y referente político del Evita, declaró esta mañana “no movilizamos el primero de Marzo porque es un escenario que intenta convalidar una candidatura de Alberto y eso hoy divide al Frente de Todos”. Si el Presidente apostaba a tener una última apertura de sesiones con una convocatoria que marcara un apoyo a su gestión y le diera un espaldarazo en la discusión interna, ya puede tachar de la lista a la organización con mayor poder de convocatoria de lo que supo ser el albertismo.

En el Evita argumentan la decisión a partir de la búsqueda de unidad. “Nosotros queremos que haya unidad y vamos a trabajar para que, por intermedio de las PASO o por consenso, podamos construir una propuesta competitiva” agregó Onorato. Sin embargo, la tensión con el sector de Alberto Fernández va más allá que la discusión por las candidaturas.

Un punto de inflexión en la relación del movimiento social que supo ser uno de los principales sostenes del Presidente en su interna con el kirchnerismo, fue la designación como ministra de Desarrollo Social de Victoria Tolosa Paz y la orientación que le imprimió al Ministerio. A fines del año pasado, la tensión escaló al punto de generar movilizaciones en los movimientos sociales oficialistas por el atraso en pagos del Potenciar Trabajo y por el sistema de validación de datos que se impulsó desde la cartera que conduce Tolosa Paz, al cual se le criticó ser poco accesible para el sector social más impactado por el programa.

Ese conflicto recrudece por estas horas a partir de un nuevo anuncio por parte de Desarrollo Social, que se choca de frente con las organizaciones. La ministra lanzó recientemente el Programa Volvé a EstudiAR, a partir del cual beneficiarios y beneficiarias del Potenciar Trabajo ya no tendrían una contraprestación al programa con trabajo en Unidades de Gestión, sino que podrían optar por completar estudios.

“De los 1.279.567 titulares del Potenciar Trabajo, 132.000 tienen la primaria incompleta y 645.000 la secundaria incompleta, es decir un 60,7%. Pero un dato no menor es que un 60% de esas 777.000 son mujeres (148 mil entre 18 y 29 años, y 146 mil entre 30 y 39 años) y la mayoría son madres y/o tiene a su cuidado a personas mayores” informaron desde el Ministerio. “No hay trabajo para una mujer pobre y sin estudios” sentenció Tolosa Paz.

La ministra agregó que “los resultados de la validación de datos nos dijo que un 79,2% quiere terminar sus estudios. Volver a estudiar para potenciar el trabajo. Vamos a contactar a cada una de las personas que nos dijeron que quieren seguir estudiando, podrán ver la oferta educativa disponible en todo el país e inscribirse en la escuela que más les convenga”. Entre líneas, puede leerse que el Ministerio irá a buscar directamente a los beneficiarios, puenteando a las organizaciones sociales y con la posibilidad de sacarlos de su órbita a partir de que no tengan que concurrir más a las Unidades de Gestión.

Los movimientos sociales perciben esa decisión, entre otras, como una avanzada del Gobierno en su contra. “Lamentamos mucho la actitud de algunos ministros de Alberto que atacan sistemáticamente a quienes lo hemos ayudado” disparó Onorato contra la actitud del Ejecutivo, en conversación con Diagonales.

En esa clave hay que leer el distanciamiento de las organizaciones oficialistas con el Presidente y su  decisión de no apoyarlo en una candidatura a su reelección. Emilio Pérsico lo dejó muy claro el viernes pasado, en la presentación en sociedad de La Patria de los Comunes, el nuevo partido político que armaron el Evita y Barrios de Pie para presentar listas propias en una veintena de distritos bonaerenses y algunas provincias del país.

“Hoy no tenemos ningún candidato a presidente. Sabemos lo que son los otros (JxC), entonces nos une el espanto. Hay también un consentimiento de que todos unidos triunfaremos y nos vamos a poner de acuerdo” afirmó con contundencia el líder del Evita y presidente del nuevo partido de los movimientos sociales. Hoy quedó claro que, en ese acuerdo, la candidatura de Alberto Fernández no es una posibilidad. Paradojas del Frente de Todos, donde hoy La Cámpora y el Movimiento Evita se encuentran en una impugnación que va dejando cada vez más solo al Presidente.