El revuelo ocasionado alrededor de Federico Basualdo, secretario de Energía Eléctrica “echado” por el Gobierno, se convirtió en el eje de una disputa no solo por el rumbo a seguir en materia de políticas tarifarias, sino en una debacle entre las facciones mismas del Frente de Todos. Ahora, la situación de Basualdo en su cargo es eje de un tironeo entre la mesa chica del Alberto Fernández y el ala dura K que sale a escudarlo.

Cabe recordar que la noticia trascendió el último viernes, cuando se supo que el Gobierno “solicitó la renuncia” de Basualdo, en la previa del anuncio de un nuevo aumento tarifario del 9% en la energía eléctrica. Según el escenario que comenzó a observarse, la dimisión del funcionario fue producto de una presunta orden del ministro de Economía, Martín Guzmán, luego de una conversación  con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

El consenso de dos figuras clave del gabinete de Alberto Fernández tomó temperatura al tratarse de la renuncia de un personaje clave del sector leal a Cristina Fernández de Kirchner, que además pone  al descubierto dos modelos distintos de manejo de las finanzas y los impuestos frente a la pandemia.

Es que el sector en que se enmarca Basualdo intenta apostar a que la suba tarifaria no supere los dos dígitos –ahora ya tocando el límite del 9%- y proteger el poder adquisitivo en plena emergencia, mientras que el círculo de Guzmán ya piensa en “moderar” los subsidios para evitar un desequilibrio.

En tanto, la disputa por el manejo tarifario se tradujo en una interna política en pleno desarrollo de la pandemia, donde el núcleo K ya salió a escudar la figura de Basualdo, cuya continuidad en el cargo ahora se ubica en un limbo burocrático. El gesto más reciente vino de parte de una de las caras del Gobierno más representativas entre quienes están bajo el ala de CFK: el gobernador Axel Kicillof.

“Federico Basualdo fue funcionario en mi época, un excelente funcionario”, destacó Kicillof en diálogo con El Destape. Aunque el mandatario bonaerense no quiso alimentar los rumores de internas en el FdT, sí dejó definiciones sobre la discusión tarifaria. “Me parece que regular un incremento inferior a dos dígitos es una forma de salir de este problema”, señaló el ex ministro de Economía.

Mientras tanto, la situación de Basualdo continúa con final abierto, donde el tironeo de brazos es entre el ala cristinista y el sector de Guzmán, amparado por Alberto Fernández. De un lado, tarde o temprano, ya lo dan por “echado”. Del otro lado, resisten para marcar la cancha y dejar en claro que nadie se va sin que la tropa propia oponga resistencia.