El Gobierno de Alberto Fernández volvió a tirarse un tiro en el pie en las últimas horas. Es que este lunes habían informado por el Boletín Oficial la creación de la Subsecretaría de Resiliencia Argentina. Rápidamente por los cuestionamientos, informaron que dejaban sin efecto esa creación.

Fue la Jefatura de Gabinete de Ministros a cargo de Juan Manzur, quienes informaron  que el Ejecutivo decidió dejar sin efecto la creación de una de las subsecretarías de la Unidad de Resiliencia Argentina, cuya resolución anunciando su lanzamiento había sido publicada este lunes en el Boletín Oficial.

“Se ha decidido dejar sin efecto la creación de la Unidad Ejecutora Especial Temporaria ‘Resiliencia Argentina’”, indicó el Poder Ejecutivo a través de un comunicado dado a conocer por la noche de este lunes.

Según precisaron, las funciones que iba a desarrollar esta subsecretaría “serán desempeñadas en el ámbito del Ministerio de Salud de la Nación”.

De acuerdo a lo que había informado el Gobierno a través de la resolución publicada en el Boletín Oficial, el organismo iba a estar en funciones durante dos años para cumplir con la Ley Complementaria Permanente de Presupuesto que le otorgó al Poder Ejecutivo la facultad de crear Unidades Ejecutoras Especiales Temporarias “para gestionar planes, programas y proyectos de carácter transitorio y excepcional, pudiendo determinar la estructura, el funcionamiento y asignación de recursos humanos que correspondan”.

El “Programa Resiliar” fue creado el 13 de mayo de 2021 por la Jefatura de Ministros “con el objetivo de lograr resiliencia comunitaria en las distintas áreas del Estado Nacional, en su vinculación con la sociedad civil y sus organizaciones”.

En el caso de la Unidad de Resiliencia iba a estar a cargo de Fernando Melillo, ex dirigente ligado a Elisa “Lilita” Carrió que presidió la Coalición Cívica ARI de la Ciudad de Buenos Aires.

Los objetivos de la subsecretaría iban a ser:

— Promover la incorporación del enfoque de resiliencia comunitaria en las distintas áreas del Estado Nacional y en su vinculación con la sociedad civil y sus organizaciones.

— Articular con las distintas áreas que componen la Administración Pública Nacional, Estados Provinciales, Municipios, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y con organizaciones de la sociedad civil para el diseño e implementación de acciones de difusión y fortalecimiento que incorporen un enfoque crítico, social y comunitario de la resiliencia.

— Brindar asistencia técnica a los distintos organismos del Estado, de las provincias, de los municipios y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para la consideración e incorporación del enfoque de resiliencia comunitaria, así como de recomendaciones emanadas de organismos internacionales basadas en el concepto de resiliencia comunitaria, en el diseño e implementación de diversas políticas públicas sectoriales.

— Generar una biblioteca virtual que permita la recepción, sistematización, puesta a disposición y circulación de experiencias y desarrollos teórico-prácticos sobre resiliencia provenientes de las esferas pública, privada, no gubernamental, nacional e internacional.

El argumento para la creación de esta subsecretaría era que el impacto “globalmente catastrófico y subjetivamente traumático” de la pandemia del COVID-19 en la sociedad: “Agravó todos los indicadores de la crisis económica, social, sanitaria y educativa que afectaba previamente a nuestro país y a amplios sectores de la población”.

En un contexto de fuerte crisis y de malhumor social, la oposición entendió rápidamente que se trataba de una decisión errada y apuntó contra la medida que tuvo que ser revocada.