Opiniones para todos los gustos. Así está, a cuatro días del balotaje, el peronismo bonaerense, que tiene sobre sus espaldas la máxima tarea: lograr una contundencia en el triunfo de Massa de tal magnitud que termine de inclinar la balanza a nivel nacional en favor de Unión por la Patria. Entre la sensación de que es posible y la preocupación por la dificultad real de tamaña empresa es que oscila la dirigencia  bonaerense en las horas decisivas.

El desafío es enorme. Tal como sostiene un importante armador del PJ provincial, “los números, la matemática, les da a favor a ellos”. El dirigente se refiere a la cuenta nacional, en la que el 24% de los votos obtenido por Patricia Bullrich puede jugar un papel decisivo si se transfiere en gran medida hacia Milei. Ese escenario tiene, además, territorios marcados. La oposición espera grandes elecciones en la franja centro del país, con Mendoza, Córdoba y Santa Fe, principales distritos electorales después de la PBA, como las provincias donde lograr una diferencia que pueda determinar el rumbo de la elección.

En ese sentido, la relevancia de la elección bonaerense será fundamental. Sergio Massa hizo una gran elección en octubre, empujando desde la provincia su triunfo nacional, con los 4.224.688 votos cosechados que representaron el 42,87% del total. Pero ese piso debe elevarse significativamente para contrarrestar en el balotaje desempeños más flacos en los otros grandes centros urbanos del país. “Necesitamos sumar un millón más de votos como mínimo” destacan desde uno de los principales municipios del conurbano.

El peronismo bonaerense por la patriada en la recta final hacia el balotaje

En efecto, los 13.124.435 de electores bonaerense en las generales casi duplican los 7.383.625 que sumaron las provincias de Mendoza, Córdoba y Santa Fe. El cálculo que hoy se hace en el peronismo bonaerense es que superar con holgura el 50% en la PBA dejaría a Massa bien posicionado, y arrimarse al 60% podría significar el triunfo incluso previendo duras derrotas en la franja centro.

El objetivo es ambicioso y presenta dificultades. En principio, el enorme crecimiento entre las PASO y las generales de Massa en la PBA siembran la pregunta sobre cuánto más es posible estirar esa levantada. Entre agosto y octubre el candidato de Unión por la Patria aumentó su caudal electoral en 1.393.590 votos, que le valieron 15 puntos porcentuales más si se toma su candidatura individual como referencia entre las PASO y las generales. Pensar en aumentar un millón de votos más implicaría un crecimiento de alrededor del 75% extra de lo que creció entre las primarias y las generales.

El peronismo bonaerense tiene varias fuentes donde ir a pescar ese millón de votos. Principalmente, la de los votantes que quedaron huérfanos tras la salida de las opciones electorales que quedaron fuera de la segunda vuelta. En concreto, 2.374.023 de votos de Patricia Bullrich, 367.457 de Juan Schiaretti y 352.790 de Myriam Bregman. A ellos hay que agregarles 269.648 votos en blanco (2,64% del total en las generales) y 63.865 votos nulos.

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De ese universo, es esperable que buena parte de los votos de la izquierda puedan ir para Massa, así como también algún porcentaje de los de Schiaretti e  incluso los de Bullrich. La pregunta allí será también cuánto de ese último grupo efectivamente migrará hacia Javier Milei, luego del apoyo de la candidata del PRO y el líder del espacio, Mauricio Macri. En este sentido, el peronismo provincial apela a un dato para aferrarse a la esperanza: Milei no perforó sensiblemente su techo entre agosto y octubre en la provincia. El libertario pasó de 2.161.679 votos (24,52%) en agosto a 2.533.633 (25,71%) en octubre. Claro está, este domingo serán sólo su boleta y la de Massa las que se encuentren en el cuarto oscuro.

Otro punto a considerar será la participación electoral. En las generales llegó al 79,14%, un punto y medio porcentual más que a nivel nacional. “La participación probablemente sea menor, pero también será menor el voto en blanco” vaticinan cerca de uno de los intendentes que más empujó con sus números el triunfo peronista de octubre.

Al indagar en los territorios se recogen buenas expectativas por parte de las estructuras municipales. En La Matanza expresaron a Diagonales que “todo el equipo está trabajando muy fuerte, buscamos un 70-30”, casi como un espejo de lo que Macri y Milei pretenden cosechar en Córdoba. El número mágico en el distrito de Fernando Espinoza es el de 100.000 votos más el próximo domingo.

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En Avellaneda, otro importante distrito de la Tercera Sección electoral, ven con cercanía el objetivo del 60% que hoy por hoy aparece como el gran comodín bonaerense para la elección nacional. “Tenemos buenas expectativas. Jorge (Ferraresi) sacó un 56% en las elecciones y con algunos votos que podamos traccionar de otras fuerzas es probable q podamos andar por esos números” comentan a Diagonales. Tanto allí como en La Matanza, la dirigencia del peronismo manifiesta no observar una articulación ni trabajo conjunto entre La Libertad Avanza y las estructuras de Juntos por el Cambio, otro factor que puede sembrar ilusiones en UP.

El peronismo se dio rápidamente la tarea de bloquear las posibles alianzas de LLA con sectores de JxC refractarios al acuerdo perpetrado por Macri. Un ejemplo de ello se vio estos últimos días en Quilmes, donde Mayra Mendoza compartió actividades y reuniones con dirigentes del radicalismo en lo que puede leerse como un mensaje de apoyo en el distrito para la candidatura de Sergio Massa. El sábado, la jefa comunal estuvo con el ex intendente radical Fernando Geronés, cercano a Maximiliano Abad, y el concejal Fernando Pérez, referenciado con Emiliano Yacobitti. El domingo se reunió con el concejal de JxC Juan Bernasconi, y dejó una frase potente: “En este momento tenemos que poner en común la defensa de la democracia y a derechos fundamentales para nuestros vecinos y vecinas”. En Quilmes también esperan una buena elección este domingo.

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Una gran incógnita tras las generales era qué nivel de compromiso iban a tener las estructuras locales, una vez definidas sus elecciones, con la militancia de la boleta de Massa de cara al balotaje. A pocos día de las urnas, en los distritos no se escatiman esfuerzos y la elección se está militando como las propias intendencias estuvieran en juego. De hecho, en muchos municipios donde los intendentes hicieron mejor elección que el candidato a presidente el objetivo es llevar el porcentaje de votos a Massa a lo que sacaron los jefes comunales en octubre.

Un ejemplo está en la otra punta del conurbano, en la Primera Sección electoral. Este miércoles, Leonardo Nardini publicó un video en el que llama a los vecinos del distrito a votar por Massa. “Se juega el futuro del país y no es un juego, es como vamos a transitar los próximos 4 años” afirmó Nardini llevando la preocupación al plano cotidiano para los votantes, y remató: “este domingo 19, así como nos acompañaste a nosotros en octubre, por lo cual te doy totalmente las gracias, te pido por favor que deposites ese voto de confianza para que Sergio sea el próximo presidente de las y los argentinos, porque a Malvinas Argentinas es lo que nos garantiza un futuro mucho más próspero”. El mensaje tiene una intencionalidad marcada: llevar los casi 51 puntos de Massa en las generales a los 60 que obtuvo Nardini.

X de Leo Nardini

Los movimientos sociales también trabajan fuerte para incrementar el número de votos para Massa. El presidente de La Patria de los Comunes en PBA, Gildo Onorato, afirmó a Diagonales que “hay una enorme participación comunitaria en los barrios populares, las redes territoriales de clubes, sociedades de fomento, comedores, merenderos centros culturales, todos haciendo un enorme esfuerzo para plantear ante vecinos y vecinas lo que significa un salto al vacío con Milei, la desarticulación de os tejidos comunitarios de salud y educación que tan relevantes son en los barrios populares”.

El dirigente del Movimiento Evita agregó “veo a todos los sectores organizados del peronismo, y otros como radicales, socialistas, intendentes de distintos sectores, todos interviniendo en el debate, planteando la importancia de ir a votar mirando al futuro un nuevo amanecer de la patria”.

“Lo que tiene que hacer el peronismo es militancia y ganar el voto, estamos muy intensos en eso” definen cerca de un importante intendente del conurbano, y la frase sintetiza las últimas horas del peronismo bonaerense antes del balotaje en el que está llamado a ser protagonista excluyente. Este jueves por la mañana, el comando nacional de campaña bajó una actividad para replicar en los territorios y las redes que ya circula entre la militancia del peronismo. Cada militante deberá visitar a 100 vecinos entre las 9 y las 17, y entregar la boleta de Massa. En paralelo, le equipo de campaña sugiere sacarse al menos 10 selfies con vecinos y subirlas a las redes junto al hastag #SergioMassaPresidente, y un segundo hastag con el nombre del distrito. Así, con toda la carne al asador, el peronismo deja todo en la cancha en los últimos minutos del partido decisivo.