Alberto Fernández habló por primera vez en público sobre el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El Presidente ratificó que quien llevó adelante el atentado “no es un monstruo" sino que es “un joven lleno de odio y de rencor” y volvió a referirse a los discursos de odio y a las expresiones violentas de los últimos años en el país. 

En la Convención de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), en el predio de La Rural, en el barrio porteño de Palermo, bajo el lema "Construyamos con impacto, las obras nos trascienden", junto al presidente de la entidad, Gustavo Weiss, Alberto Fernández agradeció a los empresarios su "compromiso con el sistema republicano y la convivencia democrática", después del ataque sufrido por la Vicepresidenta.

Luego advirtió que la política no debe ejercerse bajo la premisa de "ellos o nosotros", sino que el pueblo está compuesto por “todos y todas”. Y remarcó que "desde hace muchos años observamos cómo el discurso del odio y las expresiones violentas fueron volviéndose moneda corriente" en el debate público.

Participación en la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción

El Presidente pidió "no darle más espacio a los cultores del odio, a los que se valen de la libertad de opinar para difamar y desalentar al pueblo, a los que se encumbran en la democracia solo para desprestigiarla con discursos que no dejan de repudiarla y a los que siembran la violencia con el solo objeto de enfrentarnos".

"Quien intentó llevar adelante un magnicidio no es un monstruo escapado de alguna tierra lejana, ni viene de otras galaxia, ni nació marcado para ser asesino. Es uno de nosotros. Un joven, un miembro de nuestro país que un día se ubicó fuera de los márgenes de la democracia, lleno de odio,de violencia, de rencor y rompió nuestro acuerdo de convivencia", lanzó el máximo mandatario.

Y agregó que "desde hace muchos años observamos cómo el discurso del odio y las expresiones violentas fueron volviéndose moneda corriente" en el debate público.

"Es una muestra de madurez política ver a los empresarios argentinos comprometidos con la institucionalidad, repudiando la violencia y las voces que lastiman la tan necesaria unidad nacional", resaltó Fernández. 

Por último, consideró que “la memoria democrática no recuerda una imagen tan tremenda como aquella que vimos cuando alguien martilló una pistola a escasos centímetros de la cabeza de nuestra vicepresidenta”.