Durante los últimos 14 meses el Gobierno Nacional ha utilizado la emisión de deuda externa como el único mecanismo para atender los efectos de la megadevaluación, la baja de impuestos (básicamente las retenciones), y la caída del consumo y la producción.

En lo que respecta a las provincias, la política "federal" de Cambiemos ha sido facilitar el endeudamiento para enfrentar el deterioro creciente de las arcas provinciales. La cuestión de fondo reside en que las mismas se han visto deterioradas por la caída de la actividad por una doble vía la recaudación provincial ha crecido por debajo de la inflación al igual que las transferencias por coparticipación. Es decir el endeudamiento (fundamentalmente externo) se orienta, finalmente al financiamiento del déficit provincial.

Las políticas orientadas a recomponer el salario de los trabajadores y fortalecer el mercado interno en el período iniciado en 2003 permitieron el incremento de la recaudación de las provincias de manera significativa. Según el informe elaborado por el CEPA (Centro de Economía Política Argentina), desde el 2003 al 2015, tanto los recursos propios de las provincias como los provenientes del Fondo de Coparticipación Federal se incrementaron considerablemente por encima de la inflación, generando un crecimiento en el poder adquisitivo de las provincias entre 4 y 4.5 veces durante este período. En contraste, desde el principio del 2016 la tendencia se modifica, ya que tanto la recaudación de recursos propios de las provincias como así también lo proveniente de la Coparticipación, perdieron en su conjunto aproximadamente 3.5% del poder adquisitivo.

La contracara de la caída de la recaudación ha sido el endeudamiento provincial. Durante el período que va del 2003 al 2015 las provincias lograron un fuerte desendeudamiento, al pasar de representar el 14.5% del PBI nacional al 4.19% registrado en 2015; mientras que al considerar la relación deuda/recaudación provincial, la reducción paso de 4.15 veces a 0.85 veces. En contraste, cuando se analiza lo sucedido desde 2016 en adelante, se observa que cambia la dinámica del endeudamiento provincial, aumentando su incidencia tanto en el PBI nacional como en la recaudación provincial, a raíz de la creciente toma de deuda nueva, agudizada por la caída del PBI y de la recaudación en términos reales. En 2016, la relación deuda/PBI se incrementa desde 4.19% al 4.74% (lo que equivale a un aumento del 13%), mientras que la relación deuda/recaudación provincial paso de 0.85 al 1.01 (representando un aumento del 17%).

Con estos datos al alcance de la mano, se puede decir que el endeudamiento en términos generales viene a atender la caída de la recaudación sufrida por el orden provincial, tanto en lo referido a recursos propios como a los recibidos por parte del Estado Nacional (coparticipables). En este escenario, el nuevo rol del Gobierno Nacional consiste en facilitar ese endeudamiento, cuyo objetivo es atender gastos corrientes.

Queda claro que la mecánica de Cambiemos en relación al endeudamiento no es novedosa atender un creciente déficit fiscal provocado por la caída de la recaudación, y de la actividad económica y la quita de impuestos a sectores concentrados, junto con re-pago de la deuda y el financiamiento de la fuga de capitales.