El presidente Javier Milei aseguró el fin de semana pasado que actualmente “los salarios le vienen ganando a la inflación” y que ”la recomposición se está notando". Sin embargo, los números muestran todo lo contrario. Desde diciembre de 2023, el salario tuvo una brutal caída y continúa perdiendo capacidad de compra. 

A partir de la asunción Milei, el Salario Mínimo Vital y Móvil quedó absolutamente por debajo del aumento de precios del 25,5% de diciembre y desde entonces, la tendencia sólo se acrecentó. El Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) confeccionó el Informe sobre la evolución del Salario Mínimo, Vital y Móvil donde se establece que “entre noviembre de 2023 y el mes en curso, este salario aumentó nominalmente 38,9% frente a una inflación que puede estimarse en más de 110%”. 

“Se consumó así en pocos meses una reducción real de 34,1%”, señala el documento. Desde la central gremial sostienen que cuando “tardíamente” la administración nacional convocó al Consejo de Salario "resultó claro que no había pretensiones por parte del gobierno de recuperar el poder de compra perdido sino, por el contrario, profundizar la caída”. 

En el Consejo, la Secretaría de Trabajo definió una suba del SMVM de 30% en tramos que llevó El salario mínimo a $202.800 en marzo, sin embargo, “dadas las reducciones previas que ya habían tenido lugar, en abril de 2024 el poder adquisitivo del salario mínimo se ubica 44,7% por debajo del nivel que tenía en noviembre de 2019, al final del gobierno de Cambiemos, y 57,7% por debajo del de noviembre de 2015”.

El salario mínimo cayó un 34% desde la asunción de Javier Milei

El informe además revela que la pérdida de poder de compra del salario resulta aún mayor cuando sólo se contabiliza la posibilidad de comprar alimentos. En este caso, la caída es del 51,7% respecto de noviembre de 2019 y del 63% respecto del mismo mes de 2015.

El Centro de Investigación y Formación de la República Argentina destaca que la pérdida de poder adquisitivo del salario mínimo es tan grande que "el valor real se ubica incluso por debajo del nivel de 2001/2002”.

“En abril el salario mínimo sólo alcanzó para adquirir poco más de la mitad de la canasta básica de alimentos que define la línea de indigencia para una familia tipo y menos de un cuarto de la canasta de pobreza”, agregaron.