“Estoy convencida que va a ser ley”, afirmó la pampeana Norma Durango (FdT) en diálogo con la prensa acreditada en el Salón de las Provincias. El tono enfático de la pampeana confirmó la tendencia que se percibía en la Cámara alta al comienzo de la sesión. En este contexto, el Congreso se encamina a sancionar mañana a la madrugada la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). En el comando verde cuentan con 34 votos afirmativos, que a lo largo de la jornada podría sumarse alguno más.

Una prueba de esta pequeña ventaja estuvo en el discurso de la rionegrina Silvina García Larraburu (FdT). Esta senadora votó en contra en 2018 y en 2020 firmó el dictamen del plenario de las comisiones y esta tarde confirmó su cambio de postura. “La experiencia de otros países nos demuestra que cuando se legaliza la IVE disminuyen la cantidad de embarazos no deseados”, reflexionó y agregó: “Mi voto es un voto deconstruido, es un voto afirmativo”. Hace dos años había dicho, en un primer momento, que iba votar a favor, sin embargo, a pocos días de la sesión cambió su postura y fue una de las 38 senadoras y senadores que rechazaron la medida.

"Estamos protagonizando un cambio de paradigma. Nada puede detener el avance de la historia y la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo es una demanda de las nuevas generaciones", insistió la rionegrina desde el recinto virtual para justificar el cambio de su voto.

Aun así, los celestes no se dan por vencidos. Silvia Elías de Pérez (UCR) conversó con la prensa una hora antes del comienzo de la sesión y aclaró que “tenemos un final absolutamente abierto” y que “la votación depende de que los senadores sigan sus convicciones”. Pero también anunció que irán a la Justicia para declarar la “inconstitucionalidad de la ley”, en caso de que se apruebe, claro. Así, dejó la guardia en alto porque saben que hay serias chances que mañana el aborto sea ley.

En paralelo, la tucumana denunció “presiones nunca antes vistas de Alberto Fernández”.  “Lo que está haciendo el Presidente ha superado todos los límites de lo tolerable. Está presionando él, personalmente, a distintos senadores y senadoras”, subrayó.

Pero la respuesta no tardó en llegar. Durango tomó el guante en el Salón de las Provincias. “Cuando uno llega a este lugar sabe que tiene que votar respecto a sus convicciones y no someterse a presiones”, disparó contra su par de Tucumán, y subrayó: “No creo que el Gobierno haya presionado a nadie”.

Desde la Casa Rosada siguieron de cerca el debate durante toda la jornada. Con una corbata verde oliva y una sonrisa que se dejaba ver a pesar del barbijo, Ginés González García llegó a la Cámara alta a las 18.50. “Vengo a saludarlos, a ver cómo andan”, dijo el ministro de Salud, en un día intenso de trabajo: comenzó el plan de vacunación más ambicioso de la historia y el Senado debatía una ley que busca evitar muertes de mujeres.

Además estuvo presente la titular de la Anses, Fernanda Raverta, fiel defensora de este proyecto. Desde los balcones del recinto custodiaron el tratamiento la ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, la asesora presidencial, Dora Barrancos, y la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, quien redactó el proyecto que hoy está tratando el Senado y buscará aprobar mañana a la madrugada.