Ya en el último tramo de la campaña electoral se revelaron las primeras diferencias entre Javier Milei y Victoria Villarruel. Con la llega al poder y los primeros meses de gestión, la distancia entre ambos se hizo más evidente y por estas horas parece haber alcanzado un nuevo punto de tensión luego de que la vicepresidenta convocara al Senado a una sesión para debatir el megadecreto 70/2023 de desregulación económica. 

Presionado por el bloque de Unión por la Patria, senadores radicales y legisladores de fuerzas provinciales, la titular de la Cámara alta finalmente cedió y puso fecha para la sesión aún a riesgo de una votación desfavorable. 

El rechazo al DNU en el Senado es una posibilidad tangible dado que el peronismo es la primera minoría en la Cámara Alta con 33 legisladores y necesita sólo otras cuatro bancas para alcanzar el quórum y tratar el temario.

Por su parte, varios radicales y senadores provinciales ya expresaron su desaprobación al Decreto de Necesidad y Urgencia firmado el 20 de diciembre pasado por Javier Milei. En otras palabras, los números no pintan bien para el oficialismo.

Para que derogar el DNU se necesita el rechazo de ambas cámaras, pero un revés en el Senado sería un golpe fuerte y directo para Milei. El potencial rechazo en el cuerpo legislativo que conduce Villarruel dejaría expuesta -una vez más- la debilidad del Presidente en el Congreso. 

Al convocar a la sesión, la vicepresidenta puso al Ejecutivo frente a un riesgo político no menor, de allí el nuevo descontento de Milei y su entorno con Villarruel.