El topo que vino a destruir el Estado avanzó con el desguace del INTI y el INTA
A través de un extenso decreto presidencial, el Gobierno degradó los organismos autárquicos a unidades reducidas dentro de la órbita del Ministerio de Economía
Horas antes de que se vencieran las facultades delegadas que le había aprobado el Congreso de la Nación junto con la Ley Bases, el presidente Javier Milei firmó un decreto para “reestructurar” el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). En términos prácticos y claros, la medida significa el desguace de los organismos reconocidos internacionalmente por su calidad y excelencia.
A partir del decreto 462/2025 publicado este martes en el Boletín Oficial, tanto el INTI como el INTA dejarán de ser entes autárquicos con presupuesto propio para pasar a formar parte de dependencias del Ministerio de Economía con fondos mucho más reducidos.
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, celebró el desguace y aseguró que las tareas que desarrollaban los organismos científicos “podrían ser prestadas por el sector privado, que se ha visto desplazado por la competencia que ejerce el organismo público como oferente de servicios en condiciones de mercado mucho más ventajosas que un privado".
A pesar de su larga trayectoria y sus inumerables aportes a la industria y a producción agropecuaria nacional, reconocidos a nivel internacional, para Casa Rosada las entidades estaban “sobredimensionadas” y eran “ineficientes”.
A partir de ahora, el INTI pasará a ser una unidad dependiente de la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía. En tanto, el INTA funcionará dentro de la órbita de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la cartera que conduce Luis Caputo.
Para el Gobierno nacional, el INTA “se desvió durante los últimos años de su propósito original, siendo utilizado como herramienta de militancia política y con un enfoque guiado por los lineamientos de la Agenda 2030 y alejado de las necesidades reales del progreso del sector agroindustrial”.
Cabe resaltar que la Agenda 2030 que tanto atacan los libertarios, no es más que una serie de lineamientos internacionales que pretenden construir políticas tendientes a un desarrollo sustentable que relentice el cambio climático. Pero, a pesar de la múltiple evidencia científica, el Gobierno no cree en el cambio climático y sostiene que se trata de una “invención ideológica” del socialismo.
Frente a este nuevo ataque al desarrollo científico y tecnológico nacional, los trabajadores del INTI protagonizaron una nueva protesta contra el desguace del organismo y realizaron un corte sobre la Avenida General Paz para rechazar el decreto 462.
“Las y los trabajadores sabemos que sin INTI no hay industria nacional y sin industria nacional no hay soberanía. Estamos a sólo un día de celebrar nuestra independencia y estamos más colonizados, dependientes y reprimarizados que nunca”, sentenció Giselle Santana, integrante de la Asamblea Multisectorial del organismo, en declaraciones a la prensa.