Javier Milei y su equipo repiten sin cesar, tanto en entrevistas televisivas, como en charlas informales, que nadie del bando de los “halcones” del PRO, que le manifestaron su apoyo luego del “Pacto de Acassuso” para el balotaje, le exigieron un listado de nombres que deberían ser incorporados a su eventual gabinete “libertario”. 

Pero los rumores y los trascendidos se esparcen como la tinta. El pliego de medidas que el candidato ultraconservador de La Libertad Avanza (LLA) recibió de parte del tándem Mauricio Macri- Patricia Bullrich durante la reunión nocturna en la casa del expresidente incluyen: mantener de la educación pública; la no eliminación de la coparticipación, un punto sentido por los gobernadores electos del espacio; el reaseguro de mantener la prohibición a la venta de armas y a la venta de órganos; y, no romper las relación bilaterales con China, Rusia y Brasil, entre otras exigencias. Milei aseguró que esos eran los "limites” de JxC pero que a él no le caían como imposiciones.

Por el lado de los exfuncionarios que acercó Macri y que Milei ahora ve con buenos ojos, y con quienes comienza a tender puentes, catalogándolos de  “talentosos” y en algunos casos, como “amigos”, muchos tuvieron plena injerencia durante la presidencia del líder de los “halcones” del PRO.

Algunos de ellos son resistidos por la primera plana del equipo de técnicos de Milei, como el ex vice ministro de economía de Carlos Menem y titular de la UCEMA, Carlos Rodríguez. “La enorme mayoría de la gente que me consulta piensa que Javier NO tiene equipo de economía y que se lo va a poner Macri más adelante. Sería muy malo llegar la ballotage con esa imagen", planteó hace dos días en su cuenta de Twiiter.

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X de Carlos Rodriguez

Y todos los exmiembros del gobierno macrista se vieron envueltos en polémicas que determinaron sus alejamientos de la función pública, o pasaron por un proceso de desgaste de sus niveles de imágen, por errores propios que condicionaron sus gestiones. 

NOMBRE POR NOMBRE, LOS APUNTADOS POR MACRI PARA INTERVENIR LA LIBERTAD AVANZA

Uno de ellos es Federico Sturzenegger. Quizás sea el más alabado por Milei, a quien menciona como “excelente ser humano”, de “un nivel técnico excepcional”, y “nivel internacional”.

El currículum del economista liberal que fue titular del Banco Central desde la asunción de Macri a finales de 2015 hasta junio de 2018, también contiene su paso por la Secretaria de Política económica que coordinaba el exministro de Economía Domingo Felipe Cavallo durante el gobierno de la Alianza de Fernando De la Rúa.

Durante ese periodo, la política económica estuvo fuertemente condicionada por el endeudamiento externo. La medida de Blindaje del año 2000 implicó una serie de promesas de refinanciaciones futuras de los títulos públicos, pero no era una solución concreta a los problemas de endeudamiento de la economía argentina. Se generó un listado de compromisos ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recortar las jubilaciones futuras y desregular las obras sociales.

Stuzenegger formó parte del equipo económico que renegoció esta deuda contraída por la administración delarruista, y junto con Cavallo, se embarcaron en 2001 en el polémico Megacanje. Esta medida buscaría aliviar los intereses contraídos y el enorme capital que Argentina debía afrontar, pero significó un aumento exponencial de la deuda externa. El peritaje judicial de esta política económica, según el experto en ingeniería financiera Moises Resnick Brenner, arroja que el país afrontó un perjuicio valuado en 55.000 millones de dólares.

Luego de su paso como Presidente del Banco Ciudad, durante la jefatura de Gobierno de Macri, en el que fue acusado de “maltrato laboral” por parte de sus empleados, Sturzenegger fue diputado nacional.

Con el triunfo de Macri en las elecciones presidencial del 2015, llegó a la titularidad del Banco Central. Al frente de esa entidad, se levantaron las restricciones del control de capitales, se dio por cerrado el “cepo”, e implementó metas de inflación con tipo de cambio “flotante”.

Aumentaron las reservas del BCRA, pero el Talón de Aquiles de su gestión fue la acumulación pasivos como los de las Letras del Banco Central, conocidas como LEBACS. Estas amenazaban con disparar el tipo de cambio, como finalmente ocurrió. El lanzamiento de estas letras como garantía del BCRA es una de los mitvos de la furia de los economistas “libertarios” con Sturzenegger, ya que los técnicos de LLA insisten con la eliminación total de la entidad.

Otros debe del discípulo de Cavallo en su gestión, junto con el resto del área de Hacienda y Finanzas, fueron el salto inflacionario que en 2018 superó el 50 por ciento, su política oscilante de suba y baja de tasas de interés, y sobre todo, el enorme aumento de la fuga de divisas, que llegó casi a 90mil millones de dólares entre 2016 y 2018.

El punto que marcó su paso por la entidad y que determinó su eyección fue la conferencia de prensa que brindó junto al por entonces jefe de Gabinete, Marcos Peña; los ministros de Hacienda, Nicolas Dujovne, y de Finanzas, Luis Caputo, el 28 de diciembre de 2017, luego de que CAMBIEMOS ganara las elecciones de medio término.

Allí anunciaron el cambio de metas inflacionarias, tras no cumplir con las predicciones de ese año, y Peña le mostró sus dientes. "Ante la imposibilidad de convencer al Central, el Ejecutivo decidió avanzar de manera unilateral. Lo que ocurrió después es historia conocida. Ante el debilitamiento de la política monetaria, el tipo de cambio se disparó y se derrumbó el precio de los activos en pesos", rememoraba Sturzenegger en un documento posterior.

Era el comienzo del fin para el gobierno de Macri, que acudiría al salvataje financiero del FMI y se debilitaría al calor de las corridas cambiarias y una inflación disparada que minaría sus posibilidades electorales. 

Justamente Luis Caputo, quien estuvo en esa conferencia de prensa premonitoria del ocaso macrista, sería otro de los apuntados por el expresidente para sumarse a las filas miliestas en un hipotético gobierno del candidato ultraconservador.

“Toto”, bautizado por Macri como “el Messi de las finanzas”, había sido en la actividad privada, hombre fuerte de JP Morgan en América Latina y también del Deutsche Bank. Como secretario de Finanzas al comienzo del gobierno del referente de JxC, fue un actor clave para el pago del Estado nacional por más de 12mil millones de dólares hacia los Fondos Buitre que litigaban contra el país en la gestión de Cristina Kirchner. Aunque en el Sistema Integrado de Información Financiera solo se registraron pagos por u$s9.926 millones.

Cuando enero de 2017, Alfonso Prat Gay dejó su cargo como ministro de Hacienda, Macri lo reemplazó dividiendo en dos el área. En el sector de Finanzas asumió “Toto”, apuntado por el mercado financiero como un conocedor del mundo internacional de las finanzas, y con grandes vínculos con el exterior.

Pero quedó más marcado por ser uno de los responsables de la catástrofe económica y financiera. Durante su paso por la cartera, lideró el vertiginoso endeudamiento externo, con un Macri que en abril de 2018 volvió al Fondo, y permitió negocios fabulosos a grandes bancos internacionales amigos.

Al frente del BCRA, luego del alejamiento de Sturzenegger, Caputo comandó meses de tormentas que implicaron que la entidad perdiese, desde su asunción hasta finales de agosto de 2018, unos 5200 millones de dólares. Las caídas de bonos y acciones argentinas, la crisis cambiaria de principios de agosto de ese año, el aumento del riesgo país, y el fuerte crecimiento inflacionario, con aumentos de tasas al 60 por ciento, provocaron incertidumbre financiera y temores por una insolvencia de pagos.

Con ese combo fatal, Caputo dejó su cargo a finales de septiembre, durante un paro nacional, y no volvió a la gestión pública desde entonces.

Descartado Nicolás Dujovne por el propio Milei, ya que considera que como ministro de Hacienda no cumplió con el rol “que debía cumplir”, otro actor relevante en el área económica que formó parte de la administración macrista es Guido Sandleris.

Sandleris sucedió a Caputo en el BCRA y se mantuvo hasta casi el final del mandato de Macri, el 4 de diciembre de 2019. Durante ese interregno, Sandleris tampoco la tuvo fácil, pero se actuación distó de ser la mejor.

Desde octubre de 2018, lanzó el plan “aspiradora” de pesos con tasas elevadas de interes, con un promedio que superaba el 70 por ciento, lo que evitaría que la posesión de moneda nacional pasase al dólar. Aunque también significo una fuerte recesión de la actividad, con consecuencias importantes para el sector industrial. La fiebre por las LEBACS se reemplazó en ese periodo por los pasivos remunerados de las Letras de Liquidez (LELIQS).

A finales de ese año, el BCRA de Sandleris anunció modificaciones que significaron en los hechos flexibilizaciones de los “requerimientos informativos que deben cumplir los operadores de cambio a partir del inicio de sus operaciones”, ante la Unidad de Información Financiera (UIF), lo que habilitó mayor lugar al lavado de dinero.

Macri, junto con Dujovne y también Sandleris fueron denunciados por presuntas irregularidades al contraer el acuerdo con el FMI. Se los acusaba por delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad y administración fraudulenta contra la administración pública 

Luego de las PASO presidenciales de agosto de 2019, en las que Macri perdió holgadamente ante la fórmula del Frente de Todos de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, el expresidente culpó al peronismo por otra colosal corrida cambiaria y una devaluación del 40 por ciento en cuestión de pocas horas.

A este le siguió un enorme crecimiento inflacionario y una caída fortísima en los ingresos. Sandleris y el nuevo ministro de Hacienda Hernán Lacunza, que reemplazaba a Dujovne, estaban contra las cuerdas.

El gobierno dispuso unilateralmente un default sobre cuatro letras de corto plazo del Tesoro Nacional, con una postergación forzada del plazo de pago a los acreedores de títulos de deuda, tanto bajo legislación argentina como bajo legislación extranjera. Este default selectivo de los títulos en pesos pomposamente fue llamado por Lacunza “reperfilamiento”.

Entre las PASO de agosto y la primera semana de octubre de 2019, a días de realizarse las elecciones generales que depositarían al peronismo en el poder, los ahorristas retiraron 92 mil millones de pesos, y el stock se redujo a 1 billón 175 mil millones, equivalente a unos 19.500 millones de dólares al tipo de cambio de ese momento. También hubo una huida de depósitos en dólares por 11.500 millones, y a finales de ese mes, el BCRA aumentó las restricciones, permitiendo únicamente la compra de 200 dólares mensuales con cuenta bancaria o 100 dólares en caso de utilizar efectivo. Es decir, volvía el “cepo”, pero con Macri en el poder.  

Hoy Sturzenegger, Caputo, Sandleris, y hasta Lacunza, muy referenciado con Horacio Rodríguez Larreta, defenestrado en las “alas libertarias”, tienen chances de integrar el equipo económico de Milei, en caso de llegar a la Casa Rosada.

Así como Juntos por el Cambio implosionó hace unos días, este cimbronazo de cogobierno que implicaría sumar a estos exfuncionarios macristas haría que el propio armado de LLA vuele por los aires, y las “miserias" internas salgan a la luz.  

Será cuestión de días para saberlo.