Hace exactamente veinte años, el radicalismo obtenía su peor resultado electoral, al calor de la experiencia fallida de Fernando de la Rúa en la presidencia, que tuvo como causa y efecto el estallido social del 2001.

Con la controversial Convención partidaria de Gualeguaychú, en 2015, y el acuerdo político con el PRO y la Coalición Cívica para conformar Cambiemos, el partido de Alem logró posicionarse nuevamente en la escena nacional. Brindó soporte institucional al partido amarillo durante la gestión de Mauricio Macri. A esta creciente presencia nacional revitalizada, luego de las discusiones internas en la coalición por el fracaso macrista, el radicalismo le imprimió su estructura consolidada en la provincia de Buenos Aires, sobre todo en el interior, y también en el terreno legislativo.

Lo que el espacio “boinablanca” no pudo revertir en esta elección es que sus principales referentes nacionales y provinciales quedaran ubicados en una segunda línea, detrás de las figuras del PRO. El jujeño Gerardo Morales y el mendocino Luis Petri acompañaron en la fórmula presidencial a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, respectivamente; y, Miguel Fernández y Gustavo Posse, fueron los precandidatos a vicegobernador de Néstor Grindetti y Diego Santilli.

En este recorrido general del partido hay un nombre propio que abarca el pasado reciente, pero también el presente y, quizás, el futuro del radicalismo: el marplatense Maximiliano Abad. El exedil de "La Feliz" y actual jefe del bloque de diputados de la oposición en la Provincia de Buenos Aires tuvo un papel relevante en el armado de las listas por secciones electorales bonaerenses tanto en 2015, como en 2019.

El único que sonríe: Abad y el radicalismo “orgánico” buscan dar el golpe en octubre

Llegó a la presidencia del Comité partidario en 2021, con el apoyo de su predecesor y vicegobernador de María Eugenia Vidal, Daniel Salvador. Allí se impuso por escaso margen ante el intendente de San Isidro, Gustavo Posse.

Asegurado el aparato del partido a nivel provincial, Abad tomó un papel de mayor preponderancia durante la campaña legislativa de 2021, apoyando al neurocientífico Facundo Manes en la interna que perdería por un punto contra el referente PRO Diego Santilli. Las disputas de Abad con Posse continuaron cuando se mantenía latente una eventual candidatura de ambos para competir por la gobernación este año.

Finalmente, los caminos en la coalición de Juntos por el Cambio (JxC) los pararían en las veredas contrarias una vez más. Abad aceptó, luego de rumores sobre una eventual precandidatura como vicepresidente de Bullrich, encabezar la lista de senadores nacionales por el bando de los “halcones”. Posse, por su lado, fue el compañero de fórmula de Santilli como vicegobernador, por el espacio perdedor de las “palomas” larretistas.

La jugada le salió impecable a Abad. No solo revalidó su lugar, tras el triunfo “halcón”, en la interna partidaria, sino que también podría jactarse de ser el primer senador nacional radical en 20 años. Los referentes de su partido que se aliaron con Larreta y Santilli perdieron terreno: tanto el exprecandidato a vicepresidente Gerardo Morales, el porteño del espacio Evolución Martín Lousteau, el propio Posse; y, Facundo Manes, que luego de dar de baja su precandidatura presidencial, y sin apoyo del partido, respaldó al actual jefe de Gobierno porteño en los últimos días de la campaña. 

El único que sonríe: Abad y el radicalismo “orgánico” buscan dar el golpe en octubre

En octubre, la UCR bonaerense podría sostener las bancas que se ponen en juego en la Cámara de Diputados de la Nación. También podría mantener, e incluso, sumar escaños en la Legislatura bonaerense, y hacerse de intendencias que hoy están en manos del peronismo o el vecinalismo, conservando las que ya son propias.

De los más de veinte jefes comunales que lo apoyaron en su disputa interna en el partido, todos lograron triunfar en la interna de hace diez días. En esto influyó la figura de Miguel Fernández, candidato a vicegobernador de Néstor Grindetti en la provincia, intendente de Trenque Lauquen y presidente del Foro de Intendentes Radicales. No corrieron con la misma suerte algunos que se plantaron en el bando de las “palomas”.

En los distritos donde no gobierna el radicalismo ni JxC, el oficialismo del comité partidario tiene siete candidatos a hacerse de la jefatura comunal, mientras que el partido Evolución de Lousteau tiene tres.

Abad señaló que el radicalismo ganó protagonismo fortaleciendo al bando bullrichista con “territorialidad”, “militancia” y “cuadros políticos”. Además reafirmó las máximas de su referente nacional para la presidencia.

Sostuvo que, “para sacar a la Argentina y la provincia de Buenos Aires de la decadencia” y “generar un cambio para siempre”, JxC debía asegurarse cuatro tareas: “Construir mayoría social; construir un espacio con mayorías legislativas; tener liderazgos con equipos y con programa; y, tener un respaldo institucional que acompañe las transformaciones de la Argentina”, con gobernadores e intendentes alineados.

Definió el papel de las primarias, y marcó la cancha en la interna: “Las PASO son un mecanismo de selección de candidatos en las que se resuelve quien es el que va a liderar”, afirmó en Radio Con Vos. Destacó que la unidad en la coalición “está garantizada”, y que “Juntos va a ganar la provincia de Buenos Aires y la Argentina”.

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LO QUE SE JUEGA EL RADICALISMO “OFICIAL”

Además de la posibilidad de que Abad se asegure una de las tres bancas a senadores nacionales por la Provincia de Buenos Aires, otra radical “oficialista”, Karina Banfi, ingresaría en la nómina de diputados nacionales, detrás de Cristian Ritondo en la lista. La acompañaría Pablo Juliano, vinculado con Manes, y se mantiene expectante a ingresar Sebastián Salvador.

En la legislatura bonaerense, de las seis bancas en juego en Diputados, el radicalismo alineado con Abad podría retener todas. Los dirigentes que le responden directamente se impusieron en las internas. Si la tendencia de las PASO se mantuviera así en la Cámara baja, por la Cuarta Sección Electoral seguiría Valentín Miranda, de Trenque Lauquen, e ingresaría María Victoria Martínez, de Pergamino.

Una figura muy cercana a Abad es el marplatense y actual prosecretario en Diputados Diego Garciarena, que ingresaría por la Quinta Sección, junto con el platense Raúl Cadaá y Matías Civale. Este último responde políticamente al intendente de Tandil Miguel Lunghi, aliado de Larreta. Sin embargo, descuentan en el radicalismo del Comité que terminará integrándose positivamente en su esquema. Otro crédito de Abad es la actual cabeza de lista por la Séptima Sección, la actual diputada y exconcejala de Saladillo, Alejandra Lordén.

En el Senado, en caso de obtener un resultado similar a las PASO en octubre, podría sumar dos escaños y mantener una: la de Érica Revilla, por la Cuarta Sección Electoral, que ganó las PASO en su distrito General Arenales y dejará su lugar a la nacida en Bragado Eugenia Gil. Quien también ingresaría es Nerina Neumann, aliada de Abad, por la Sexta Sección. La acompañaría por la Octava Sección Lorena Tetaz, hermana del economista Martin Tetaz, alineado con Lousteau en Evolución.

En cuanto a las elecciones en los distritos bonaerenses, Abad se aseguró, además de los 22 intendentes que juegan en tándem con él y ganaron en las PASO, a otros 7 candidatos radicales que se impusieron y, sumando los votos totales en la interna de JxC, podrían ser los más votados en octubre.

El único que sonríe: Abad y el radicalismo “orgánico” buscan dar el golpe en octubre

Los alineados al Comité provincial y que pueden convertirse en jefes comunales, revalidar sus cargos a partir del 10 de diciembre, o dar batalla hasta el final contra el peronismo, provienen del interior provincial y son:

-José Luis Salomón (Saladillo)

-Javier Andrés (Adolfo Alsina)

-Maximiliano Suescun (Rauch)

-Pablo Barrena (Lobería)

-Nahuel Guardia (General Lavalle)

-Esteban Santoro (General Madariaga)

-Arnaldo Harispe (Lezama)

-Érica Revilla (General Arenales)

-Marcelo Honores (General Alvarado)

-Fernando Medina (General Guido)

-Ricardo Salvi (Coronel Suárez)

-Marcelo Gastaldo (Salliqueló)

-Marcelo Fittipaldi (Tapalqué)

-Alejandro Federico (Suipacha)

-Román Bouvier (Rojas)

-Lisandro Hourcade (Magdalena)

-Francisco Recoulat (Trenque Lauquen)

-Nahuel Mittelbach (Florentino Ameghino)

-Emilio Cordnonnier (Ayacucho)

-Esteban Reino (Balcarce)

-José Castro (San Miguel del Monte)

-Osvaldo Dinápoli (General Belgrano)

-Ramón Capra (General Alvear)

-Diego de María (Saavedra)

-Juan Carlos Chalde (Coronel Dorrego)

-Sofía Gamber (Pellegrini)

-Daniel Cappeletti (Brandsen)

-Alejandra Vicente (Guaminí)

-Carolina Aldunate (Villarino)

En uno de los distritos más populosos, General Pueyrredón. En el distrito que encabeza Guillermo Montenegro, Abad consiguió una gestión conjunta inédita entre el PRO y el radicalismo. Se aseguró para su espacio cargos en la intendencia y puestos de relevancia para la provincia. El exdiputado nacional busca la reelección y sacó el 40 por ciento de votos en las PASO. De no producirse una debacle, terminaría con las aspiraciones de la camporista Fernanda Raverta.

Otros 4 candidatos radicales que tuvieron la misma suerte electoral en las PASO pertenecen al espacio Evolución o se mantienen por fuera del radicalismo “orgánico”: Esteban Hernando, de Daireaux; Miriam Gómez, de Adolfo Gonzáles Chaves; Santiago Dos Santos, de Chascomús; y, Carlos Ávila, de Tres Arroyos.

Quienes no se aliaron ni con Abad, ni con Lousteau y están a punto de retener sus intendencias son: los possistas Matías Rappallini (Maipú), Miguel Gargaglione (San Cayetano) y Franco Flexas (General Viamonte);  Salvador Serenal (Lincoln); Martín Randazzo (General Lamadrid); y, quizás uno de los casos más emblemáticos de “autonomía”, Miguel Lunghi (Tandil).

A pesar de estos pocos nombres de díscolos, el radicalismo “oficial” del Comité marca su liderazgo en la interna provincial. A eso se dedica el sigiloso Abad. El único que vio luz en la noche de las PASO.