A pocos días de las PASO, los últimos informes destacan la caída de imagen de Alberto, siendo la inflación e inseguridad quienes se mantienen al tope de los problemas. A nivel nacional y en la Provincia de Buenos Aires se habla de un resultado abierto (e incierto). Mientras que en suelo porteño, se mantiene una amplia ventaja de Juntos por el Cambio sobre el Frente de Todos.

Según un informe publicado en Diario Clarín, que recopila el promedio de lo arrojado por varias consultoras, a nivel nacional el escenario sería 31 a 29 a favor del oficialismo. Mismo escenario de paridad y con probable mismo ganador se de en tierra bonaerense.

De la provincia de Buenos Aires – que elige en total 35 diputados – ocurre que de no llegar al 40%, la lista encabezada por Tolosa Paz y Daniel Gollán no llegaría a retener las 17 bancas que arriesga (13 electos en 2017 por Unión Ciudadana y 4 por el massismo).

Por su parte, Juntos por el Cambio pone en juego 14 bancas, que de llegar al 30% estaría en condiciones de mantenerlas.

Aquí un detalle a tener en cuenta es la no linealidad de los votos de las PASO a las generales. Esto significa que hay que estar atento a que los votos que consiga Manes no vayan en un su totalidad a Santilli (y viceversa también). Más que nada porque el radical cuenta con un sector del electorado disidente al pro y también antikirchnerista.

De esta manera, será nodal el trabajo de unidad que se realice de cara a las generales con la atención puesta en la contención de los heridos. Así se entiende la foto tan preciada del domingo entre ambos contendientes.

Otro detalle de esta interna es que, a diferencia de las PASO, la lista definitiva no se configura por el sistema D´Hont sino por porcentajes obtenidos dentro del espacio. A su vez, el primer y tercer lugar está reservado para Santilli o Manes dependiendo quien triunfa.

Está claro que en el horizonte, el radicalismo se juega definitivamente a tener más protagonismo frente a las aspiraciones presidenciales de Rodríguez Larreta.

Para las terceras fuerzas, el panorama es complejo con una pequeña ventaja de Randazzo. Habrá también que tener en cuenta lo que surja de las PASO y la posibilidad de sumar votos descontentos. El otro que pareciera recibir una pequeña bendición por la oleada liberaloide es Espert, con un discurso más centrado que el de Millei pero que tiene como eje el mismo electorado: el antikirchnerismo también desilusionado con Juntos que busca una alternativa más a la derecha.

En CABA están en juego 13 bancas en total, donde Juntos arriesga 10. Para retenerlas necesita superar el 60% de los votos, algo que a esta altura parece imposible. Si bien el escenario de triunfo es altamente probable, alcanzaría para retener 8 bancas.

Evidentemente el efecto Vidal no pudo por sí sola y necesita afianzarse de la figura de López Murphy para contener una posible fuga de votos hacia Millei, que ha crecido en las últimas mediciones y que puede aspirar a una banca.

Finalmente, por el lado de la izquierda a pesar de una mayor presencia mediática y de cartelería, no estaría haciendo pie en ambos distritos. En el esquema bicoalicional que presenta el sistema de partidos, el polo de la derecha es quien registra mayor fuga mientras que por izquierda parece difícil sumar votos al tradicional sector duro, posiblemente por el hermetismo que logró hacer el Frente de Todos. Aunque como suele pasar en la mayoría de las contiendas, la competencia tiende a ser centrípeta y allí reside la esperanza de algunas de las terceras  fuerzas en juego.

Por su parte, el radicalismo con Rubinstein buscará la hazaña de superar el piso interno de la coalición (15 %) para poder integrar la lista en las generales.

*Licenciando en Ciencia Política UBA. Docente de Sociología Política (UBA) e Instituciones Políticas y de Gobierno Di Tella. Director del sitio Voces Políticas. Twitter. @NCereijo