Tras la reunión de ayer que sentó en la misma mesa a Emilio Pérsico, Cristina Fernández de Kirchner y Máximo Kirchner, el dirigente del Movimiento Evita llenó de elogios a la Vicepresidenta, señal que abre la puerta a un nuevo escenario de paz, luego de un largo historial de enfrentamientos. En diálogo con Futurock, Pérsico se refirió a la reunión que tomó por sorpresa a la plana política y habló, en puntual, de su intercambio con CFK.

Pérsico definió a la vicejefa de Estado como una dirigente con “capacidad única” y hasta sostuvo que su etapa presidencial fue “mucho más distributiva” que la de Néstor Kirchner y que fue “el mejor de esta democracia”. 

Asimismo, indicó que durante la reunión planteó que el sector que él representa va a respaldar la movilización de este jueves y que “colmarán” la Plaza de Mayo. “Muchos se dicen cristinistas y durante el gobierno de Cristina no la apoyaron. Nosotros estuvimos hasta el último día de su gobierno”, aseguró.

En esa misma línea, el dirigente social que hoy integra la estructura de Casa Rosada también se refirió a los planteos políticos que le realizó a la Vicepresidenta. “Le planteé que ella tiene una responsabilidad muy grande en estrategia electoral. Tenemos muchos acuerdos y muchas diferencias”, sostuvo.

Cabe recordar que las diferencias entre Pérsico y Fernández de Kirchner, traducidas en las bases en la tensión entre La Cámpora y el Movimiento Evita, viene de un largo historial que se remonta a los últimos casi diez años. Sin dudas, el quiebre más fuerte se dio ante la llegada de Cambiemos al poder en 2015, cuando el arco de movimientos sociales hasta entonces ligados al kirchnerismo decidieron optar por una posición de diálogo y negociación con la gestión entrante de Macri, cuya interlocutora fue la en ese entonces ministra de Desarrollo Social, carolina Stanley.

En ese marco, desde los sectores del cristinismo duro que entraban en su etapa de “resistir con aguante” vieron esta decisión como un gesto de falta de apoyo a la pelea que el camporismo empezaba a darle al macrismo. Esto se tradujo luego en la división de aguas ocurrida en las elecciones legislativas de 2017, cuando el Movimiento Evita decidió apoyar la candidatura de Florencio Randazzo y no se sumó al armado de CFK en Unidad Ciudadana.

Desde entonces y hasta ahora, las relaciones entre ambas partes fueron de suma tensión, incluida la rivalidad que quedó expuesta el año pasado en el acto de la Vicepresidenta en la sede de la CTA Avellaneda, donde fue lanzado un fuerte mensaje a quienes “administran los planes sociales”, gesto que fue leído como un “palazo” directo a Pérsico.