Mientras el Poder Ejecutivo atraviesa su peor momento desde la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada, los principales empresarios nacionales juegan su propio partido. Algunos mantienen la expectativa de que el Gobierno salga airoso de la compleja encerrona política y económica en la que se metió solo. Otros, directamente le picaron el boleto a la gestión “libertaria��.

A pesar de cierto reconocimiento por el “ordenamiento de la macroeconomía” y la “inflación a la baja”, en el cálculo de estos grupos hay otros factores. Están los costos que acumula el plan económico, un clima social deteriorado, los escándalos por corrupción que incuba LLA y la derrota en el principal distrito nacional en un momento en el que la oposición se encontraba deshilachada, y ahora vuelve a resurgir, con un peronismo recargado. 

Son demasiadas muestras de un amateurismo que para algunos referentes patronales resultan inconcebibles, a pesar de la coincidencia ideológica con el Poder Ejecutivo.

DOS PESOS PESADOS, EN CONTRA

Dos nombres propios que sobresalen y que conforman la primerísima plana del Círculo Rojo, días antes de los comicios, habían salido a jugar y marcarle la cancha a la Casa Rosada.

Uno es Paolo Rocca. El dueño de Techint mantiene una tensión que escala a medida que pasan los días, desde que el ministro desregulador Federico Sturzenegger le dijo socarronamente en su cara, durante su discurso en la Universidad San Andrés: “Perdón Paolo, abrimos la importación de acero, cayó el acero 40-50%, muchas gracias”.

El empresario ítalo-argentino había marcado la necesidad de “nivelar la cancha” para fortalecer el tejido industrial ante la apertura importadora “libertaria”. No es menor que afirmó esto frente al proteccionista norteamericano Robert Ligthizer, exrepresentante Comercial de Estados Unidos durante la primera presidencia de Donald Trump, e impulsor de las subas arancelarias que golpean a la producción nacional.

La respuesta de Rocca a Sturzenegger fue contundente: el mismo día que se conmemoraba el Día de la Industria Argentina, el alto horno de Ternium en San Nicolás, un símbolo de la siderurgia nacional, comenzó el proceso de apagado definitivo y dejaba en la calle a 350 trabajadores.

Con el arranque de esta miniguerra en la previa de la elección bonaerense se complicaba aún más el panorama electoral para el Gobierno en la ciudad cabecera de la segunda Sección, que tiene 600.000 personas habilitadas para votar. La ocupación de buena parte de la población de esta zona se explica por la vida productiva que ahora está en jaque y esto se puso en la balanza: el peronismo le ganó por cinco puntos en esa sección.

El otro que mantiene el frente de batalla abierto es Héctor Magnetto. Por la gala en el Teatro Colón que dispuso el Grupo Clarín por los 80 años del diario de Héctor Noble se pasearon buena parte de los gobernadores, algunos de los que integran el grupo centrista de Provincias Unidas y que hicieron su presentación frente al establishment, como alternativa política que mantenga la ortodoxia económica, pero con “buenos modales”.

La guerra fría entre Milei y el CEO de Clarín se prolonga por la indefinición en la que se encuentra la operatoria para adquirir Telefónica por parte del grupo. La compra fue financiada con cientos de millones de dólares de deuda, pero aún permanece congelada por decisión oficial.

Es sintomático de este iceberg entre la Casa Rosada y uno de los paladines de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) que Milei mantenga como tuit fijado su confrontación directa con Clarín.

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X de Javier Milei

CÓMO LO VEN OTROS REFERENTES

Desde la Cámara Argentina de la Construcción sostuvieron a Diagonales que la contundente derrota del Gobierno en las urnas “es un mensaje de que debe cambiar”. Hicieron hincapié en la preocupante situación del sector, con el freno en la obra pública por parte del Gobierno: “Genera pérdidas económicas, frena servicios esenciales, compromete la competitividad y aumenta la deuda de infraestructura”.

También plantearon su consternación por la parálisis de la construcción privada, que genera caídas en el empleo y la actividad económica: “Cuando la construcción se detiene, se resiente todo el entramado productivo”, advirtieron.

Un tercer elemento que marcaron es la falta de inversión que “agrava la ‘deuda de infraestructura’”, que trae como resultado “rutas deterioradas, energía obsoleta” y “puertos sin modernización”.

El presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) Mario Grinman tiene otra visión y le quiso quitar dramatismo a la contundente derrota de LLA en PBA: “La provincia es peronista, en el sentido de que el PJ suele ganar. Desde la vuelta de la democracia, solo hubo dos gobiernos no peronistas, Armendáriz y Vidal. Después fue todo del PJ, por lo tanto, no es sorprendente que gane el peronismo”. 

“Teniendo en cuenta el peso del electorado, 40 %, algunos lo pueden comparar con las PASO del 2019, cuando Alberto Fernández le ganó a Mauricio Macri, y al otro día se derrumbaron los mercados y subió el dólar. En esta oportunidad, si bien hubo ruido, no fue tan grave, precisamente por el ordenamiento del equilibrio fiscal y baja de la inflación”, aseguró a Diagonales.

Para Grinman, que representa a un sector que el Gobierno “tiene que continuar por este camino de consolidar definitivamente estas variables de la macro”. Sumó que el Poder Ejecutivo debe “buscar consensos que lo ayuden en la política”. Planteó que también “se deben hacer los mayores esfuerzos para que los frutos del bienvenido ordenamiento de la economía se hagan extensivos a la mayor parte de la ciudadanía”.

“Es innegable que a pesar de los positivos efectos de la baja inflacionaria y de la sensatez de la política económica, hay una parte significativa de la población que aún padece por los desaciertos de las últimas décadas. Posiblemente el resultado de las urnas tenga que ver con este sentir de vastos sectores de la ciudadanía bonaerense”, concluyó.

En esa misma línea, otro de los principales sectores arrollados por el plan económico “libertario” de apertura importadora todavía le da crédito a Milei.

Esta es la conclusión después de escuchar al titular de la Unión Industrial Argentina Martin Rapallini tras la reunión de la Junta Directiva realizada en Córdoba por el Día de la Industria, donde planteó su preocupación por las altas tasas de interés para financiar a las empresas y la velocidad “dispar” entre las distintas ramas de la actividad, pero también remarcó su prédica por la seguridad jurídica, el orden macroeconómico y la modernización laboral, en coincidencia con el plan de la Casa Rosada.

En diálogo con este medio, empresarios textiles fueron más contundentes en su crítica a la gestión nacional. “La interpretación que hace Milei de decir que seguirá haciendo lo mismo es una mala lectura de la realidad. Pero no es de extrañar. Milei que nunca pudo leer la realidad”, arremetieron.

Fuentes consultadas por Diagonales insistieron en que “la realidad lo alcanzó y no tiene ni la gente ni la preparación para remontar la situación. A partir de ahora es todo barranca abajo”.

“La macroeconomía no está ordenada y la inflación no está bajo control. Están matando a la economía y a las empresas para bajar la inflación, dejar de invertir en infraestructura y aplastar el dólar subiendo el costo del Estado en dólares. Esto no es solucionar el problema, es empeorarlo”, mantuvo un empresario, envalentonado.

En una frase resumió gran parte del pensamiento generalizado dentro de la cúpula empresarial de la Argentina: “El problema es Javier Milei. Quizás sea el momento para gente conocida, más que para otros nuevos experimentos”.