Hay temas de los que en política se prefiere no hablar porque se pueden precipitar los hechos antes de tiempo. Pero en esas omisiones suelen aflorar las señales. La elección del próximo 22 de octubre, donde se define la suerte presidencial de Patricia Bullrich, también parece indicar un punto de inflexión para la coalición de Juntos por el Cambio (JxC), tal como se lo conoce desde su irrupción nacional en 2015.

Tres episodios marcaron la tensión interna entre uno de los actores sustanciales del armado cambiemista, la UCR, y el resto de los socios de la coalición, fundamentalmente ubicados en los sectores más extremos del PRO y en el propio radicalismo.

Y en cada uno se identifica a algunos de los principales referentes nacionales del partido centenario marcando sus diferencias tácticas, que se infieren que pasan a ser directamente estratégicas, y no admiten lugar para los disensos internos. De mínima, la situación interna hará que los partidos que integran JxC deban “sentarse a charlar” por el futuro del espacio.

En el radicalismo “moderado” mantienen la cautela pero se avizora la ruptura de JxC

EN DIPUTADOS, EL RADICALISMO “DE CENTRO” MOSTRÓ SUS DIENTES

El sector del espacio Evolución, que comanda el diputado y vicerrector de la UBA Emiliano Yacobitti y donde se referencia nacionalmente el actual senador Martín Lousteau, se plantó en favor de la creación de dos universidades nacionales. Yacobitti incluso fue el autor del proyecto aprobado para fundar la Universidad de Saladillo. También apoyó junto a la mayoría de sus pares la creación de la de Cañuelas. Pero el PRO, la Coalición Cívica y una fracción mayoritaria del resto de su partido las rechazaron.

En el recinto, buscó interpelar a sus compañeros de bloque pero sin éxito. “En la Ciudad de Buenos Aires, donde está la Universidad más grande y prestigiosa de la Argentina, se creó la UNICABA, y tiene el doble de presupuesto por alumno que la UBA. Se está normalizando ahora, porque justamente se está por cambiar el jefe de Gobierno”, añadió.

Yacobitti debatió con sus colegas e incluso puso como nombre propio al exministro de Educación macrista Alejandro Finocchario: “La mayoría de los estudiantes de la UBA vienen de la escuela privada. ¿Por eso la vamos a arancelar? No. La otra pavada que escucho es que si se crea una universidad, desfinanciamos otras. Es falso. Lo sabe (Alejandro) Finocchiaro”.

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En el entorno de Finocchiaro minimizaron la cuestión y expresaron que no fue un ataque hacia él. “Fino y Yaco son amigos. Yaco no le fue a él al cruce sino que habló de la Universidad de la Ciudad y dijo, puteando al PRO por votar en contra, que cualquier duda le podían preguntar a Fino que sabe mucho de universidades”, aclararon ante la consulta de Diagonales.

Otra de las polémicas tuvo como protagonista al diputado por la Provincia de Buenos Aires Facundo Manes. El también presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología marcó la cancha cuando se expresó en favor de la aprobación del proyecto oficialista del Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, que ahora pasó al Senado. Sin el apoyo de sus pares de JxC en la Cámara baja, Manes fue directo: “La ciencia argentina no es de ningún partido político: es de la sociedad argentina. Por eso tenemos que terminar con las mezquindades de cada uno de los sectores”.

Un parteaguas clave hacia adentro de JxC es la consideración hacia el líder de La Libertad Avanza Javier Milei, al que el expresidente Mauricio Macri siempre que tiene la oportunidad le envía elogios, que son respondidos por el economista ultraliberal. Manes y Yacobitti se paran en la vereda diametralmente opuesta.  

Manes sostuvo en su alocución que si no se superan esas diferencias internas “los que ganan son los que vociferan discursos premodernos o fantasiosos, como cuando dicen sin ponerse colorados que el Estado debe abandonar la investigación y el desarrollo científico para la Argentina o que se trata de un costo sin sentido”. “Es de ignorante. La economía global hoy se organiza en la competencia y en la innovación de las sociedades”, planteó.

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El vicerrector de la UBA se mostró en la vereda opuesta del “libertario” cuando en las últimas horas le consultaron sobre a quién apoyaría en un eventual balotaje entre el ministro candidato de Unión por la Patria Sergio Massa y Milei. “Nunca lo votaría (a Milei). “No concibo la política desde el punto de vista de alguien que le dice a otro asesino”, en referencia a las acusaciones hacia Bullrich que el economista había lanzado en el segundo debate presidencial.

CUANDO UNA CARTA DICE MÁS CON LO QUE NO DICE

El último gesto de “autonomía” de la UCR lo marcó una efeméride importante para el espacio “boinablanca”. En alusión al 60º aniversario de la llegada del radical Arturo Illia al poder, se expresaron en favor de los “logros” de gestión en materia sanitaria, educativa y económica del gobierno que fue depuesto por la dictadura de Juan Carlos Ongania en 1966.

Pero lo saliente en lo que hace a la actualidad del mensaje elevado desde el Comité Nacional que encabeza su presidente y actual gobernador jujeño Gerardo Morales, tuvo que ver con este pasaje: “La llama de aquella gestión está más viva que nunca, estará presente en el nuevo gobierno que administrará la Nación a partir del próximo 10 de diciembre y que tendrá a la UCR como un actor de vanguardia para resolver los problemas de los argentinos”.

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Esta omisión hacia JxC se promueve en un momento en el que Sergio Massa arremete con un discurso conciliador de unidad nacional, en caso de que acceda a la presidencia el 10 de diciembre. Es de conocimiento la buena sintonía entre el actual ministro candidato de UP y Morales. Nada más alejado de las posiciones de otros referentes de la UCR como el gobernador electo de Mendoza Alfredo Cornejo, o el propio Ernesto Sánz.

“Sin duda que el radicalismo que tenemos hoy es más sólido y tiene claramente voluntad de protagonizar, y eso va a influir en la coalición de manera diferente al periodo del gobierno de Macri”, expresaron a Diagonales en el equipo de Lousteau.

Menos enfáticos se muestran cuando se les menciona la opción de “ruptura” después del 22 de octubre. Pero la pelota, a la luz de los hechos, queda en el aire.