En medio de la discusión sobre los subsidios al transporte, ayer comenzó a regir la opción de renunciar voluntariamente a la asistencia estatal. La medida que lanzó el Gobierno como parte de una estrategia política y electoral para demostrar el impacto de las propuestas de Javier Milei, tuvo muy poca adhesión y evidenció que la gran mayoría de los usuarios de trenes y colectivos no está dispuesto a pagar el valor completo del boleto. 

Este jueves, la Asociación Argentina de Empresas del Transporte Automotor (AAETA) d

X de aaeta

etalló que según los datos registrados en el sistema SUBE durante la jornada de ayer hubo aproximadamente 10 millones de viajes en el AMBA y de ese total, solo 133 abonaron por elección la tarifa sin subsidio.

Actualmente, la tarifa mínima del colectivo en el AMBA es de $52,96. Si se renuncia al subsidio, el mismo pasa a costar $700. 

En el primer día de vigencia de la medida, apenas el 0,00133 de los viajes se realizaron al valor sin subsidio. Este resultado es una victoria para el oficialismo pues no sólo logra exponer los precios acordes a las políticas que impulsan candidatos como Javier Milei o Patricia Bullrich, sino que también demuestran la contradicción de sus seguidores cuando las ideas de los espacios que lideran esos candidatos se traducen en mayores costos y un impacto directo en sus bolsillos.

En esa línea, días atrás, el ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, que “el que vota a Javier Milei debería bajarse del subsidio”. 

Por su parte, desde La Libertad Avanza cuestionan el planteo del Gobierno y se excusan en que la quita se subsidios debe ir acompañada de una eliminación de impuestos.