Mientras Alberto Fernández se posiciona en su momento de mayor conducción política ante la lucha contra la pandemia, la oposición observa con lupa cada movimiento y gesto político que emerge desde Casa Rosada, en busca de una mancha. Una reciente controversia con el periodista Jonatan Viale volvió a encender las alarmas de Cambiemos, que ahora busca con recelo el tropiezo de un Fernández que se muestra firme en su figura.

La polémica, en este caso, vino de la mano de un retwitteo por parte del el propio Alberto Fernández  sobre un comentario del periodista Dante López Foresi, donde insulta a Viale por críticas lanzadas al Gobierno. El gesto del jefe de Estado a través de las redes volvió desatar críticas en medio de un escenario donde el oficialismo busca unificar consensos políticos y sociales por todos los medios posibles.

“La libertad de expresión es un valor constitucional. Hacerse eco de un insulto al periodista Jonatan Viale es elegir una senda peligrosa. Nos pide respeto y unidad y Ud., Presidente, es el primero en descargar su odio contra el que piensa distinto. Retráctese, no es sana su actitud”, expresó vía Twitter la ex ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich frente al episodio.

“Alberto Fernández, como CFK humilla periodistas para intentar achicar sus voces críticas destacando la obsecuencia y los elogios. Procura que Jonatan Viale y otros periodistas reemplacen la mirada crítica (ADN del periodismo) por la propaganda cómplice que edita la realidad”, manifestó, por su parte, el legislador radical Alvaro de Lamadrid, quien se sumó al coro opositor que apuntó a Fernández.

El gesto del Presidente también fue señalado por el periodista Luis Novaresio, quien definió como “muy grave” el guiño del mandatario hacia el insulto a Viale. “Esto corre por mi cuenta, no compromete al programa, ni a mis compañeros ni a la emisora. Pero no puedo más que repudiar la actitud de Alberto Fernández”, manifestó el periodista esta mañana.

Mientras el termómetro de popularidad del Gobierno se mueve acorde a los vaivenes de la pandemia en el país, el jefe de Estado acumula advertencias sobre las consecuencias de cualquier paso en falso. En el momento de mayor centralidad de la figura presidencial, sin dudas será la dirigencia de Cambiemos la que estará atenta a cualquier tropiezo que pueda restar imagen al oficialismo. Y las diatribas que en reiteradas ocasiones Fernández manifestó a través de las redes son el blanco perfecto al cual apuntar.

Cabe destacar que la estrategia de comunicación del propio Gobierno ha sido la de mantener las formalidades en cada anuncio, bajo rigor del equipo técnico de community managers para hacer el trabajo fino, en especial en una coyuntura donde las redes sociales se han convertido casi en una sucursal del propio Boletín Oficial. El diálogo "horizontal" del mandatario con la comunidad virtual ha sido estrategia ya conocida en la opinión pública, pero esa construcción puede verse oscurecida por las chicanas de "tribuna" que reviven las peores críticas lanzadas en su momento al kirchnerismo. Y un especialista en la relación con los medios de comunicación como Fernández no puede permitirse ese tipo de fallas.

En tanto, ya han sido varios los señalamientos cuando el Presidente decide tomar su cuenta de twitter por mano propia y lanzar gestos ríspidos indirectos que contrarían a su propia lógica de diálogo y trabajo en conjunto. La clase de “descuidos” como el ocurrido con el comentario agresivo a Viale son la clase de elementos en los que Cambiemos espera apoyarse para capitalizar la imagen perdida y que ahora se aloja en Fernández.

En las últimas horas, el Presidente pidió disculpas por lo ocurrido y explicó que "un error involuntario llevó a que desde esta cuenta se haga un RT sobre una crítica que respeto pero que contenía adjetivaciones que siempre creo que es mejor evitar". 

"Cuando lo advertí en la mañana, elimine ese RT. Lamento si alguien se ha sentido lastimado con ello", expresó Fernández a través de su cuenta de Twitter.