El ajuste y la licuadora tienen consecuencias sociales cada vez más tangibles: el aumento de la pobreza y la indigencia. Según datos del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica (UCA), casi 25 millones de personas en Argentina no llegan a cubrir la canasta básica total.

De esta manera, el informe de la UCA reveló que en el primer trimestre del año, la pobreza ascendió al 55,5%. A su vez,  la indigencia tambíen subió y llegó al 17,5% en el mismo período afectando a 7,8 millones de personas. 

A finales del año pasado, el mismo relevamiento ubicaba el nivel de pobreza en un 44,7% y la indigencia de 9,6%. Es decir que en tan solo tres meses, la pobreza aumentó más de 10 puntos porcentuales. 

Por otro lado, el informe señala que que la inseguridad alimentaria total para las áreas urbanas relevadas alcanza al 24,7% de las personas, al 20,8% de los hogares y al 32,2% de los niños, niñas y adolescentes.

En tanto,  un 10,9% de personas, el 8,8% de los hogares y el 13,9% de los menores se encuentran bajo “inseguridad alimentaria severa”. En el caso del AMBA, estos indicadores son aún más elevados y se ubican en: 26,4%, 21,8% y el 35% respectivamente.

El relevamiento titulado “Deudas sociales estructurales en la sociedad argentina” señala que el 20,6% de los hogares en Argentina padecen insuficiencia alimentaria, flagelo que afecta a 11 millones de personas

Finalmente, la UCA afirma que debido a "las desigualdades de la estructura productiva y la escasa generación de empleo y de empleo de calidad, el 32,5% de los ocupados son trabajadores que residen en hogares en situación de pobreza, el 30,9% de los ocupados trabaja en la economía social y, al considerar a la población económicamente activa el 26,5% tiene un empleo precario y el 24,3% un subempleo inestable”.