Otra esquirla de la alarmante crisis que atraviesa el Hospital Garrahan lastima al Gobierno de Javier Milei, que tras el rechazo social y político por el ajuste y el desfinanciamiento del centro médico ahora también vio involucrada a una figura clave del Gabinete en el conflicto: el ministro de Salud Mario Lugones fue imputado este lunes por presuntos manejos irregulares en la institución pediátrica, y deberá responder en la Justicia por perpetrar arreglos “arbitrarios y contrarios a la normativa”. Escándalo.

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El mismo día en que la asamblea de residentes del Hospital Garrahan aclaró que todavía no hubo un aumento formal para el personal y ni siquiera se concretaron reuniones con el Gobierno, el Ministro de Salud recibió una noticia amarga: el funcionario libertario fue imputado por aparentes “desmanejos con fondos del Garrahan”, según explicó C5N, y por exigir renuncias en el Consejo Directivo “de manera arbitraria y contraria a la normativa”.

La disposición lleva la firma del fiscal federal Guillermo Marijuan y responde a una denuncia presentada por la exdiputada Elisa “Lilita” Carrió, quien la semana pasada increpó al Presidente por la preocupante situación en el centro pediátrico, y de la actual legisladora Marcela Campagnoli. La acusación principal advierte que Lugones habría solicitado la renuncia de todos los miembros del Consejo Directivo del Hospital de forma discrecional.

La causa se encuentra en manos del juez federal Sebastián Casanello. Por el momento, el Ministerio deberá responder con la presentación de un organigrama con el detalle de las autoridades de la institución, un informe sobre la composición del Consejo a lo largo de la gestión libertaria, y las resoluciones sobre la entrega de un bono de $500 mil para el personal en octubre de 2024, que, se sospecha, habría desencadenado la decisión de Lugones de reemplazar al Directorio.