Como ya había ocurrido con Pablo Grillo, el reportero que casi pierde la vida por ser impactado por un cartucho de gas en el cráneo durante la represión, este miércoles otro fotógrafo se llevó la imagen del día: se trata de Tomás Cuesta, a quien la Policía le pisó la cabeza y aplastó contra el suelo para llevárselo detenido junto a otro periodista durante la tarde. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich aseguró que la prensa y los manifestantes fueron a la marcha “a generar violencia” y justificó el accionar de las fuerzas. Escándalo.

El fotógrafo trabaja internacionalmente para el medio francés AFP (Agence France–Presse) y localmente colabora con La Nación. Esta tarde, se encontraba cubriendo la movilización de excombatientes y jubilados a las afueras del Congreso tras el fracaso de la sesión en Diputados cuando, siguiendo órdenes del Gobierno de Javier Milei, varios efectivos lo redujeron y detuvieron junto a varios periodistas en un grave ataque a la libertad de prensa y de expresión que se repitió a lo largo de la jornada.

El brutal video de la detención: rodilla en la cabeza y rostro contra el pavimento.

Sin dudas, el episodio más impactante fue el de Cuesta, ya que la Policía lo tumbó en el suelo y le pisó la cabeza para mantenerlo retenido entre varios agentes, como si se tratara del delincuente más peligroso de la Ciudad. Tras ello, los uniformados lo obligaron a desplazarse a un estacionamiento cercano junto a otros dos fotógrafos, a uno de los cuales le rompieron la cámara en medio del forcejeo, y posteriormente detuvo a al menos dos de ellos en circunstancias poco claras.

La Justicia actuó al caer la noche y, cerca de las 21, Cuesta pudo al fin ser liberado, aunque pasó varias horas retenido y no pudo completar su labor periodística. Más tarde, la Ministra Bullrich explicó brevemente que, sin importar el feroz despliegue de las fuerzas que habrían dejado a más de 80 personas heridas, los trabajadores y los jubilados fueron a la protesta “a generar violencia” e intentaron “romper la paz social”. Cabe remarcar que otros reporteros, entre ellos los de C5N y LN+, también fueron agredidos por la Policía a lo largo de la tarde.