Esta noche se conoció la peor de las noticias: falleció Thiago Correa, el nene de 7 años que fue baleado por un agente de la Policía Federal Argentina (PFA) que abrió fuego contra cuatro delincuentes cuando intentaron asaltarlo en la madrugada del jueves. El niño estaba internado en un centro médico de La Matanza y hoy había sido diagnosticado con muerte cerebral. Mientras la ministra de Seguridad Patricia Bullrich salió a proteger al efectivo, la familia, conmocionada por la tragedia, pide ayuda: “Necesitamos justicia”.

Quiero informarles que tuvimos el fallecimiento de Thiago. Es muy doloroso para todos, más para nosotros dos. Vinimos acá para informarles eso. Pido disculpas y muchas gracias por estar. Necesitamos justicia por Thiago, por favor. Esto se tiene que pagar como tiene que ser”, comunicó el padre de la víctima a los medios presentes en el ingreso al Hospital de Niños de San Justo, donde ayer por la mañana fue internado su hijo tras ser impactado por un disparo en la nuca mientras esperaba el colectivo.

Bullrich defendió al policía que le disparó y causó muerte cerebral a un niño de 7 años

Según declaró en las últimas horas el hombre, Thiago se hallaba con su papá en la vía pública cuando se oyó una explosión. “De repente empezaron a tirar tiros. Cuando quiero tirar al piso a mi hijo, ya lo había herido una bala”, relató el padre. De acuerdo con los reportes, el agente policial abrió fuego contra cuatro asaltantes, uno de los cuales falleció por los disparos, pero en la balacera también habría herido de muerte al niño, que aparentemente se encontraba a 200 metros del tiroteo.

Entretanto, esta tarde la Ministra Bullrich defendió el accionar del efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA), identificado como Facundo Aguilar Fajardo, y aseguró que obró “en legítima defensa” frente a un intento de robo: “Ocurrió en cumplimiento de su deber como policía. Los responsables directos de la situación son los delincuentes”. Sin embargo, la Justicia descree de esa versión y ya comenzó averiguaciones bajo la sospecha de que se habría tratado de un exceso en la labor policial.