El nuevo titular de la Oficina Anticorrupción, Félix Crous, salió marcar terreno respecto de la anterior gestión de Cambiemos dentro de esa área, y sostuvo que el organismo no operará como “persecutor criminal”, ya que esa “no es su prioridad”. Las críticas fueron deslizadas hacia Laura Alonso, ex responsable de la Oficina, durante la administración de Mauricio Macri.

“La Oficina Anticorrupción no tiene como misión prioritaria ponerse como fiscal; estaremos para participar y observar el curso de las causas que más afectan el interés público, pero no creo que nuestra prioridad sea el de persecutor criminal. Dejemos de alimentar la idea de que somos una superfiscalía, porque no lo es”, destacó Crous.

El abogado y mentor de la organización Justicia Legítima apuntó contra la contratación de abogados externos a la planta de la Oficina para algunos casos, como es el ejemplo de la causa Cuadernos.

“En algunos juicios los abogados no son de la planta de la Oficina, sino que son contratados por fuera. Es llamativo y anómalo que se contraten para determinados juicios. El Estado no debe recurrir a los profesionales que están fuera de la planta. Se presta a equívocos o suspicacias”, manifestó Crous.

Si bien la Oficina Anticorrupción está relacionada solo con la investigación de delitos contra la administración pública, Crous señaló que esa no es la única función: "La otra tarea, quizás más importante, es la prevención y promoción de políticas de transparencia dentro del Poder Ejecutivo".