El Presidente, Alberto Fernández, negó que sufra de "fuego amigo" en su Gobierno y destacó que hay "miradas distintas" sobre algunos temas.  "El problema es que nos hagan creer que eso hace imposible nuestra convivencia, cuando nos convencieron de eso ganó Macri", señaló y remarcó: "Sé quiénes me votaron y sé qué país quiero". 

Sobre la polémica que despertó la convocatoria realizada para el 9 de julio, Fernández dijo que "podríamos haberla hecho un poco más amplia. Me arrepentí de no haberlo convocado a Hugo Yasky, que representa otra central obrera. Podríamos haber convocado alguien de los movimientos sociales. Pero también sé quiénes me votaron a mí y sé qué intereses represento y sé qué país quiero". 

"Todo este tiempo dije que tenemos que construir una sociedad más igualitaria y más equilibrada y que la pandemia solo dejó al descubierto las miserias de nuestra sociedad, miserias de tal magnitud que de repente aparecieron nueve millones de argentinos a los que el Estado no registraba. Entiendo que la voz de todos ellos soy yo. Porque esos nueve millones de argentinos aparecieron por la acción de mi gobierno, y el Plan Alimentar existe por la acción de mi gobierno, los aumentos en la AUH existen por la acción de mi gobierno. No puede ser que se interprete que un 9 de julio donde están los poderes fácticos de la Argentina acompañando implique que uno va a hacer lo que esos poderes fácticos mandan", explicó el Presidente en una entrevista con Página/12.

Y agregó: "esa es una lectura mínima, minúscula. Hace tres días, cuando a Lula le preguntaron con quién tenía que hablar, dijo lo mismo que yo creo: cuando uno gobierna es el director de orquesta. Todos tienen que tocar la partitura en el momento que les toca. Si ustedes revisan, siempre mis críticas fueron para el discurso único. La opinión de Cristina es muy importante en la política argentina, muy valiosa y muy respetable. Uno tiene que tener en claro por qué llegó. Yo llegué porque los más necesitados están pidiendo que se ocupen de ellos. Yo me ocupé de ellos en todo este tiempo y me voy a ocupar de ellos primordialmente en el futuro. Cada vez que hablé empecé mi discurso diciendo primero los últimos, primero los que lo están pasando peor".

Fernández señaló que "el que se enoja con mi diálogo que se desenoje solo porque no voy a dejar de dialogar. Por qué es lo que es lo que siempre creí en política. En política se conduce dialogando".

Sobre los que indican que le manejan la lapicera, el mandatario argentino respondió que "no me preocupa mucho lo que la gente cree. Respeto lo que la gente piensa. Soy muy seguro de mí mismo, que cada uno piense lo que quiera. Estoy muy seguro de lo que estoy haciendo y me siento muy acompañado por mi fuerza".

"Hay una fuerza que trata de dividirnos permanentemente y nosotros no debemos caer nuevamente en esa trampa. Somos una fuerza heterogénea que tiene miradas diferentes. Eso es cierto pero no queremos que nuestro pueblo vuelva a someterse a políticas que generaron que el país quede virtualmente fuera del mundo y que le ha hecho sufrir a millones de argentinos. Con cierre de fábricas, con pérdida de empleos y aumento de la pobreza. Tenemos que concentrar todo nuestro esfuerzo en esa gente. Tenemos que entrar al mundo con otra inteligencia, sin apegarnos a ningún mandato geopolítico", lanzó Fernández. 

Además negó que sufra de "fuego amigo": "No hay fuego amigo, hay gente que dentro del espacio tiene miradas propias y está bien. Eso fue el peronismo siempre. Y nosotros queremos ser más que el peronismo. Queremos que haya más gente, que haya independientes, gente de centro izquierda que no necesariamente sea peronista y se sienta parte de este frente de todos y todas. Entonces ¿cuál es el problema de que tengan en algún punto una disidencia? El problema es que nos hagan creer que eso hace imposible nuestra convivencia. Cuando nos convencieron de eso ganó Macri, nunca se olviden".