El presidente Alberto Fernández habló tras el encuentro que mantuvo con el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y con el gobernador bonaerense Axel Kicillof. "Yo quería escucharlos para ver qué mirada tenían", expresó el mandatario argentino que advirtió que si "la situación no afloja" verán "de qué modo las fuerzas de seguridad y demás empiezan a actuar en las calles para disipar a la gente, y para impedir que ocurran esas aglomeraciones", en relación a fiestas clandestinas por ejemplo. 

Ante el aumento de casos de COVID-19 en el AMBA, el Presidente mantuvo un encuentro con ambos mandatarios ayer por la tarde, tal como informó Diagonales. En ese marco, Fernández comentó este jueves que "yo quería escuchar a Kicillof y Larreta para ver qué mirada tenían. Todos tenemos la sensación de que diciembre fue un mes de mucho relajamiento, que llevó a reuniones sociales, marchas en Buenos Aires de distintos tipos".

"Son todas cosas que pudieron favorecer que el virus circule, y también planteé lo que vi el 24 a la noche: chicos jóvenes que se reúnen en las plazas sin barbijos, con música a todo lo que da porque tienen los boliches cerrados. Todo eso es caldo de cultivo para el virus. Es muy peligroso", remarcó el mandatario.

En conversación con Radio 10, agregó que "por eso quise tener la reunión ayer con Axel y Horacio para repasar qué hacer para adelante. Tomamos la decisión de volver a juntarnos la semana entrante". 

"Si vemos que la situación no afloja, veremos de qué modo las fuerzas de seguridad y demás empiezan a actuar en las calles para disipar a la gente, y para impedir que ocurran esas aglomeraciones", advirtió Fernández.

El Jefe de Estado aseguró que la pandemia seguirá siendo "la prioridad": "Ayer en Europa declararon saturado su sistema sanitario y volvieron a cerrar todo. Evidentemente la cepa que apareció en Europa es más virulenta en términos de contagios. Mi plan era que en otoño los 13 millones de argentinos en riesgo estén vacunados. Si logramos ese objetivo tenemos que llegar a marzo un poco más aliviados, que sería el momento real de la segunda ola, que es producto de un virus que ha mutado y que ya ha llegado a Chile". 

"Confío en que será un mejor año el entrante. Las condiciones están dadas para que Argentina se recupere y crezca", manifestó el Presidente.