En plena víspera del Día de la Memoria, el presidente Alberto Fernández se plegó a la agenda de derechos humanos de cara a este miércoles 24 de marzo, y realizó un homenaje a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. El mandatario entregó el premio Juana Azurduy a referentes de ambas entidades y brindó un discurso donde ratificó su acompañamiento a las causas y organizaciones vinculadas a los DDHH.

Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Lita Boitano, presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, fueron quienes recibieron el reconocimiento en representación de todas las integrantes de las organizaciones, en homenaje a los 45 años de lucha por los derechos humanos.

“Las madres y abuelas son un modelo a seguir para cada argentino. La sociedad las terminó viendo como un modelo. También en el mundo entero”, dijo Fernández en su intervención en el acto, donde también participaron el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, y el ahora designado ministro de Justicia, Martín Soria.

“Son inmensas. Se animaron a lo que el resto de la sociedad no”, expresó el Presidente respecto de las Madres y Abuelas. Además, señaló que “hay que seguir haciendo docencia entre los jóvenes” sobre lo que significó el golpe de Estado del que mañana se cumplen 45 años, y habló de “la violencia siniestra, perversa y arrolladora de aquella dictadura”.

La distinción “Juana Azurduy” fue otorgada a 70 mujeres que entregaron la mitad de su vida a la lucha para obtener justicia por los crímenes de lesa humanidad, perpetrados por la dictadura cívico militar, de los que fueron víctimas sus hijos, hijas, nietas y nietos.