Galmarini señaló dos edificios premium porteños como ejemplos de distorsión de tarifas

Este martes, después de postergarlo durante algunas semanas, el Gobierno nacional finalmente presentó el nuevo esquema de segmentación de los subsidios para los principales servicios públicos de luz, gas y agua. El anuncio fue encabezado por la secretaria de Energía, Flavia Royón, quien estuvo acompañada por diversos funcionarios nacionales que brindaron detalles sobre los aumentos. Entre ellos, estuvo la presidenta de Aysa, Malena Galmarini, quien se refirió a la existencia de precios distorsionados en la tarifa de agua y puso como ejemplo dos edificios premium reconocidos en Capital Federal.

Según explicó la titular de Aysa, en el histórico edificio Kavanagh, ubicado en el barrio de Retiro, la factura promedio de sus 113 unidades funcionales es de $1.951. En tanto, en el edificio Chateau de la avenida Libertador, con 157 unidades funcionales, la factura promedio es de $3.936. Por otro lado, remarcó que una casa que ocupa el terreno de una manzana en la localidad de San Isidro paga $13.610 mensuales.

“Estos son datos sacados de la factura, no es más o menos. Muestra cómo necesitamos cambiar, segmentar de verdad, para que quienes más tienen y más pueden acompañen a quienes menos tienen y menos pueden”, remarcó Galmarini durante la presentación. “Argentina y Aysa no escapan a los tarifazos del gobierno anterior. Cada vez que se aumentaron de manera desmedida las tarifas energéticas nos impactó fuertemente. Nuestro segundo insumo es la electricidad y somos uno de los consumidores más importantes de Argentina”, agregó

La titular de Aysa destacó que el servicio de agua en Argentina es libre, a diferencia de otros países. “Una familia tipo consume 1.300 litros por día en el segundo lugar de los países que más consumen. Un usuario de Aysa paga apenas el 36% de lo que cuesta producir un litro de agua, el resto es subsidio. El subsidio hoy es recibido por todos de manera homogénea, reciben lo mismo los más ricos y los más pobres”, describió.

Por ese motivo, brindó detalles de cómo será la quita gradual de subsidios para aquellos con mayor poder adquisitivo. La reducción, señaló Galmarini, “será progresiva y paulatina para algunos de los usuarios”. 

Para los usuarios residenciales y terrenos localizados en las zonas calificadas como de ingresos “altos”, la quita de subsidios será total a partir de noviembre. 

Para los usuarios localizados en zonas “medias”, la quita de subsidios se hará en tres etapas: tendrán un subsidio del 40% desde el 1° de noviembre y hasta el 31 de diciembre de 2022; del 20% desde el 1° de noviembre de 2022 y hasta el 28 de febrero de 2023; y finalmente la eliminación del subsidio desde el 1° de marzo de 2023.

Aquellos usuarios localizados en zonas "bajas", tendrán un subsidio del 45% desde el 1° de noviembre al 31 de diciembre de 2022; del 30% desde el 1° de noviembre de 2022 hasta el 28 de febrero de 2023; y del 15% desde el 1° de marzo de 2023.

En tanto, los usuarios que ya cuentan con tarifa social y comunitaria quedarán exceptuados de la segmentación y no perderán el beneficio.