Luego de que Wado de Pedro confirmara su candidatura presidencial, el líder de Patria Grande Juan Grabois bajó su precandidatura para respaldar la postulación del ministro del Interior. “No importa demasiado el vice”, aclaró en un video que compartió en sus redes sociales. 

“Wado es nuestro candidato”, setenció Grabois. “El plan de desarrollo integral para una Argentina humana y federal está avanzando y ya firmamos una serie de compromisos mínimos para el próximo gobierno”, contó. 

El referente señaló que desde su espacio “promovimos a Wado en la Nación, junto a Axel (Kicillof) en la provincia, porque consideramos que son los dos candidatos más competitivos de esta generación” que enfrentó al neoliberalismo. “Además, son hombres formados junto a Cristina, la principal líder del Movimiento Popular Argentino”, agregó.

“Promovimos a Wado por sus virtudes y su trayectoria, por su experiencia vital y su capacidad intelectual, por su apertura mental y por lo genuino, su rechazo al marketing político. Lo elegimos porque tiene el corazón en el lugar correcto”, explicó. 

El dirigente social recordó que el 25 de mayo del año pasado, el Frente Patria Grande decidieron unificar su Plan de Desarrollo Humano Integral con el Plan de Desarrollo Federal de Wado de Pedro. “Estábamos y estamos convencidos que sin una planificación estratégica y detallada de corto, mediano y largo plazo, no hay Argentina posible. También decidimos promover un perfil político para las elecciones presidenciales en el marco de un gran desencanto con el Poder Ejecutivo”, remarcó en referencia a Alberto Fernández y sus aliados dentro del Gobierno nacional.

Grabois aseguró que la administración de Fernández estuvo signada “por la improvisación en la gestión, por la debilidad a la hora de confrontar con los poderes fácticos y con la legitimación de la estafa del pacto entre Macri y el FMI que tanto daño nos hizo y nos hace”. 

“Nuestro objetivo era iniciar el camino hacia el trasvasamiento generacional. Nuestra generación nació a la militancia enfrentando el neoliberalismo y luego intentando reconstruir en una organización social, en una organización política, ese tejido comunitario que ellos rompieron. Somos la contracara de esa pandilla que llevó a nuestro país al punto de mayor indignidad nacional y mayor miseria social de nuestra historia”, señaló y recordó el rol que tuvieron Patricia Bullrich, Gerardo Morales y Horacio Rodríguez Larreta durante el gobierno de Fernando De la Rúa. 

En ese sentido, indicó que Bullrich fue "ministra de Trabajo en un gobierno sinónimo de desempleo; Morales fue “secretario de Bienestar Social en un gobierno sinónimo de malestar social”; y Larreta, “funcionario del PAMI en un gobierno que ajustó brutalmente a los jubilados”.

Sin embargo, las críticas no estuvieron dirigidas sólo a la oposición y remarcó que él mismo se había propuesto como candidato ante la posibilidad de que De Pedro no fuera candidato por Unión por la Patria: “Sabiendo que el posibilismo político muchas veces impone momentos de debilidad y se termina priorizando opciones conservadoras, planteamos como alternativa mi candidatura a presidente". 

“Desde el primer día fuimos claros. Había tres condiciones para declinarla. Un programa verdaderamente transformador, que priorice la agenda de tierra, techo y trabajo que los movimientos populares construimos junto al Papa Francisco. Un representante de nuestra generación que sea la contracara de la pandilla del 2001 y una representación parlamentaria que incluya a los excluidos del siempre, a los descamisados del presente y a las nuevas camadas militantes que son ajenas a la política tradicional”, describió y señaló que las dos primeras condiciones ya se cumplieron mientras que la tercera, ”se sigue discutiendo". 

Por otro lado, Grabois admitió que en CFK ven “una referencia ineludible, aunque no infalible, de quien nunca juramos ser soldados, pero siempre pusimos el cuerpo y la cara” y remarcó: “Incluso un poco más que algunos soldados ablandados por el calor de las estufas de las oficinas y con la comodidad de haber abdicado del pensamiento propio, la creatividad política y la iniciativa”.