Luego de que el CEO de Mercado Libre, Marcos Galperín, cuestionara al Estado argentino y su intervención en el mercado en repetidas ocaciones, Juan Grabois recordó cómo el empresario amasó su fortuna “evadiendo” normativas y afirmó que “los nenes de oro son siempre los más planeros”.

“Mercado Libre y todas las aplicaciones vinculadas son muy útiles, la Coca-Cola es muy rica, las Nike son muy buenas zapatillas. En ninguna sociedad mínimamente civilizada eso la da la razón a las grandes empresas y sus propietarios, ni los exime de sus responsabilidades impositivas, sanitarias, laborales y ambientales”, afirmó Grabois en una publicación que compartió en sus redes sociales.

El dirigente de Patria Grande señaló que el empresario argentino “se queja de las regulaciones públicas” y del Estado", pero afirmó que “más allá de sus méritos como empresario, que sin duda los tiene por haber copiado con éxito e-bay en nuestras latitudes y su habilidad éticamente cuestionable pero comercialmente destacable para lograr un extraordinaria posición dominante por integración vertical de la cadena de promoción, comercialización, financiamiento, pago, almacenamiento, importación y distribución; la mayor parte de su fortuna se explica por el incumplimiento de las regulaciones públicas y las prebendas estatales en perjuicio del pueblo”.

Además, Grabois sostuvo que ese incumplimiento no sólo sucedió en Argentina sino también “en otros países permeables al poder del dinero”.

X de Juan Grabois

En primer lugar, el dirigente popular señaló que Galperín “forjó su fortuna evadiendo la normativa ambiental, contaminando el Riachuelo y enfermando miles de pibes argentinos con la curtiembre SADESA en cuyo garage comenzó Mercado Libre”. Y resaltó: “Nunca reparó el daño causado. Todo eso consta en la causa Mendoza”.

Por otro lado, resaltó que “hace añares elude impuestos con un régimen de promoción del software que según la AFIP en el año 2016 -gobierno de Macri- representaba un perjuicio al Estado Nacional de 31,6MUSD, es decir 22,120 millones de pesos de hoy, es decir que como mínimo se birló 154.840 millones de pesos en siete años”

“Los nenes de oro son siempre los más planeros”, exclamó. “Pero si en 2016 la AFIP dictaminó que había evasión de Mercado Libre... ¿qué pasó? Pues que unos pocos días después, echaron al jefe de la AFIP y el ministro de Producción, Cabrera, dictaminó contra el dictamen del fisco y asunto concluido. Desde entonces Galperin es un macrista acérrimo”, añadió.

A su vez, indicó que Mercado Libre tiene “su gigantesco centro logístico en tierras públicas del Estado Nacional, más precisamente en el Mercado Central”. Grabois opinó que el empresario podría haber puesto sus oficinas en cualquier otro lugar, “pero ¡recórcholis! lo hizo en tierras públicas”. Por eso lo trató de “planero y okupa”.

“Su empresa financiera no se encuadra en la ley de entidades financieras cuando opera exactamente como una financiera. Esto no quiere decir que la ley de entidades financieras sea buena, es una ley de la dictadura que hay que cambiar urgente. Pero que no venga a lloriquear con las regulaciones porque no las cumple. Esta desregulación solo para él le permite evadir la normativa laboral y las normas contra el lavado de activos” enfatizó.

También remarcó el hecho de que Galperín vive en Uruguay “donde funciona la interoperabilidad de los QR, pero sus lobbistas logran mágicamente prórrogas sistemáticas de esa regulación en Argentina (que si tenés Modo y querés comprar en un negocio que usa Mercado Pago, puedas pagar con tu aplicación)”.

Finalmente, el ex precandidato de Unión por la Patria se preguntó: “¿Dónde se venden los celulares robados?”. Y respondió: “Mercado Libre es demasiado libre”.

“El problema no son las regulaciones, ni el Estado, ni la Justicia Social; el problema es que el Estado no haga cumplir sus regulaciones y que la Justicia Social no sea una realidad efectiva para media argentina. Las deficiencias del Estado Social de Derecho no le dan la razón a los que quieren imponer una Dictadura de Mercado, pero son un fuerte llamado de atención a los que defendemos los derechos humanos y sociales: si sólo son efectivos para algunos, corren riesgo para todos”, concluyó.