El ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, expresó que Argentina necesitará un "alivio sustancial" para reestructurar los casi USD 69.000 millones de deuda con los tenedores de bonos internacionales. 

El funcionario lo dijo en conversación con una agencia internacional, a pocos días de presentar su oferta final a los bonistas. Además, señaló que el plazo del 31 de marzo para llegar a un acuerdo con los tenedores de bonos también podría verse afectado por un brote mundial de coronavirus que estaba afectando los planes de “roadshow” para la propuesta de deuda.

Guzmán dijo que Argentina no tiene la capacidad de pagar sus bonos en moneda extranjera por "algunos años" y que un acuerdo con los acreedores era necesario para poner las deudas públicas en un camino sostenible.

"Es necesario un alivio sustancial", dijo en diálogo con Reuters y agregó que todas las opciones estaban sobre la mesa y que las conversaciones en curso buscaban encontrar un camino que "maximizara la aceptación de los acreedores".

Además, dijo que "si alguien piensa que vamos a patear el problema hacia adelante de una manera que obligue a otra reestructuración más tarde, deberían pensarlo de nuevo, porque no vamos a hacer eso". 

Guzmán y su equipo de deuda establecieron un plan para llegar a ese acuerdo con los acreedores a finales de marzo, aunque indicó que podría haber flexibilidad dada la actual situación mundial, incluyendo el brote de coronavirus.

"Hemos estado en el camino correcto, pero ahora estamos en una situación de emergencia global que requiere que cada lado sea flexible", manifestó el funcionario y dijo que si no se cumple el plazo del 31 de marzo, debería ser sólo "cuestión de días". 

Por último, expresó que "no aceptaremos nada que no sea sostenible, seremos absolutamente firmes en eso" y dijo que "no habrá una reducción del déficit fiscal primaria en 2020. En el caso más optimista podemos lograr el equilibrio fiscal primario en 2022 o 2023".