Este sábado, el presidente Javier Milei vetó dos leyes que proponían el aumento de las jubilaciones y la declaración de emergencia en discapacidad. Esta acción se formalizará con la publicación de los decretos correspondientes en el Boletín Oficial, programado para el próximo lunes. 

Las leyes en cuestión habían sido aprobadas por el Senado a principios de julio, lo que en principio habría indicado un avance en la política social del país. Sin embargo, el rechazo de Milei refleja una postura por demás cruel del Ejecutivo que se escuda en su gestión fiscal. 

Cabe señalar que la ley aprobada en ambas cámaras implica un aumento real para todos los haberes y pensiones del 7,2% -excepto los regímenes especiales- y un incremento para el bono, que pasaría de $70 mil a $110 mil y se actualizaría por inflación. Además, la norma implica la restitución por dos años de la moratoria que permite que las personas sin los 30 años de aportes puedan comprar los saldos faltantes para acceder al haber mínimo.

Milei ya había adelantado que iba a vetar esa ley en la Bolsa de Comercio: “Vamos a vetar. Aún si se dieran las circunstancias, que no creo, que el veto se caiga, lo vamos a judicializar. Aún si se diera el peor de los casos que de repente la Justicia tuviera un acto de celeridad, y lo decidiera tratar en poco tiempo, aún así, el daño que podrían causar podría ser mínimo. Sería una mancha en dos meses, la cual el 11 de diciembre se la vamos a revertir en caso de que tuviera éxito. La política del superávit fiscal es permanente”.