Cuando la rutina aburre, no hay nada mejor que cortar semana. Javier Milei lo sabe, y pese a ocupar el sillón más importante del país, ayer se tomó un jueves “sabático” y se la pasó perdiendo tiempo en las redes, creando fotos con IA y charlando con sus trolls libertarios. En total, el Jefe de Estado se pasó 9 horas al pedo y, para coronar, terminó rompiendo un increíble récord: el de la entrevista a un primer mandatario más larga de la historia. ¡Dome, Presidente!

Si el Premio Nobel todavía no está en camino para el “Jamoncito” es porque algo están haciendo mal sus organizadores. El Gobierno del líder libertario es alucinante: viajes al exterior, timba, deuda, viajes al exterior, tweets, memes, sketches de comedia y viajes al exterior, en un ciclo que se repetirá mes a mes al menos hasta diciembre de 2027. Lo de ayer no fue la excepción, sino la regla: el Presidente se pasó 9 horas paveando con sus amigos como si fuera un pibe.

La actividad del Presidente ayer en Twitter, cortesía de la web "Milei Nulo".
La actividad del Presidente ayer en Twitter, cortesía de la web "Milei Nulo".

Las estadísticas son morbosas. Este jueves, Milei se pasó 3 horas y 2 minutos en sus redes sociales. Durante la mayor parte del día estuvo reaccionando a la entronización de León XIV, a quien recibió con una bonita imagen cuidadosamente construida con IA de un león Sumo Pontífice, como su irrefrenable impulso narcisista lo demanda. El oficialismo complementó el vergonzoso show autorreferencial con la difusión de un panfleto libertario para saludar al sucesor del Papa Francisco.

Pero la epopeya del economista recién estaba comenzando. Por la noche, el Presidente fue a misa – no a la Iglesia, sino a la “misa” que llevan adelante “El Gordo” Dan y los demás trolls libertarios en Carajo, la señal de stream promovida por el Gobierno. Allí, Milei brindó una extensísima entrevista que duró un total de 6 horas y se convirtió en el reportaje más largo ininterrumpido a un jefe de Estado en la historia documentada. Porque todo, en la Argentina de la libertad, es una joda.