Mientras se profundizan las discusiones sobre la vuelta a clases presenciales –en especial frente a la gestión de Ciudad Autónoma de Buenos Aires-, desde el ala más beligerante de Juntos por el Cambio convocaron a una movilización en reclamo del retorno a las aulas. La medida comenzó a divulgarse en las redes desde diferentes sectores y llama a protestar el próximo martes 9 de febrero en distintos puntos del país.

“Se les acabó el tiempo. Volvemos a las escuelas”, aseveran desde JxC. Dentro de la coalición, fueron varios los referentes que comenzaron a difundir un video alusivo a la medida de fuerza que ahora busca ejercer presión sobre el Gobierno. La oposición convocó a participar de una clase abierta en donde docentes, padres y alumnos serán oradores del encuentro para promover la vuelta a la presencialidad en todas las escuelas.

“¡La educación nos hace libres! El 9 de febrero vamos todos a pedir que vuelvan los estudiantes a la escuela”, expresó la titular nacional del PRO, Patricia Bullrich, a través de su cuenta de Twitter. Allí también se plegaron figuras como Elisa Carrió y Adolfo Rubinstein. “Volver a las aulas es urgente. Los niños, niñas y adolescentes de nuestro país no pueden seguir pagando la parálisis educativa y sus consecuencias en el corto y largo plazo”, expresó el ex secretario de Salud del macrismo.

Cabe señalar que una de las miras principales  de la oposición está puesta en el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, quien ahora se encuentra en aislamiento preventivo por haber sido contacto estrecho de COVID19. El titular de la cartera de Educación se ubicó en el centro de las controversias debido al manejo de la presencialidad en las aulas, que ahora tiene como principales antagonistas a Provincia de Buenos Aires y CABA.

Por su parte, desde la gestión de Horacio Rodríguez Larreta se han mostrado dispuestos a iniciar el ciclo lectivo presencial de manera irrefrenable el próximo 17 de febrero. Desde el sector de gremios docentes han iniciado un fuerte enfrentamiento con el jefe de Gobieno porteño, a quien acusan de no tener un plan específico para dar vía libre a la presencialidad, y que representa un riesgo sanitario tanto para alumnos como para educadores.