Cada vez queda menos para las elecciones y la situación económica será uno de los puntos en disputa más fuertes en la contienda proselitista, por la alta inflación acumulada y el deterioro salarial que ocasiona, lo que marca el “talón de Aquiles” para el Frente de Todos (ahora Unión por la Patria). Pero también hay otros debates estratégicos que, desde distintos espectros ideológicos, promueven los denominados think tanks, y que apuntan a temas centrales para el ordenamiento macroeconómico desde una visión liberal y ortodoxa: el valor del tipo de cambio, la actividad económica, la política de explotación de los recursos naturales del país, la restricción de dólares y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, y la política energética y tarifaria.

Los principales referentes de Juntos por el Cambio (JxC), Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, llevan adelante una feroz campaña interna, pero algo los une: le prestan especial atención a los posicionamientos de la Fundación Mediterránea y su think tank, el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), que se jacta de tener el “único” programa económico, productivo y financiero “integral” para la Argentina. Pensando en la transición hacia diciembre y en los cuatro años de un eventual gobierno cambiemista, los dos precandidatos presidenciales trabajan con el equipo de 60 economistas de IERAL para plasmar un programa liberal que pone como pilares básicos para el “capitalismo occidental” por el que bregan tres conceptos: “reglas de juego claras”, “inversión” y “derechos de propiedad”.

En los últimos días, el presidente de IERAL y extitular del Banco Nación durante el gobierno de Mauricio Macri, Carlos Melconian expresó que este plan es “de estabilidad” y no “de ajuste”. Consultado por Diagonales, el director de esta entidad y mano derecha de Melconian, Facundo Martínez Maino, dio más detalles del plan y lo que significa estabilizar la economía nacional en medio de una situación que todos los analistas comparten como “compleja”.

Juntos por la “estabilización”: la fundación liberal que miran de cerca Bullrich y Larreta

Expresó que hace un año y medio que decidieron abordar los debates económicos desde el ámbito “apartidario”, porque de esa forma podían “consensuar” y “pedir la opinión de sectores, cámaras, sindicatos, la Iglesia, la Justicia, de la política”. “Hemos recorrido el interior productivo de la Argentina para dotar de federalismo a las ideas, visitamos a más de una docena de gobernadores e intendentes, y a los sectores productivos que representan: vimos a (Jorge) Capitanich, a (Adolfo) Suárez, a (Omar) Gutiérrez”, aclaró Martínez en tónica multipartidaria.

Destacó que a esa característica del programa le añadieron una visión “macroeconómica y financiera” porque es una condición básica para pensar un plan de estabilización. “No es que para cada propuesta productiva regional llegas con las cuentas equilibradas una moneda sana y sin inflación, y solo tenés que ver a qué sector económico necesitas potenciar”, enfatizó el economista de la UBA, que resaltó la palabra “equilibrio”.

“La verdad es que con 150 por ciento de inflación anualizada no se puede hacer nada”, exclamó el director de la Fundación, que fue inaugurada en 1977 durante el gobierno de Jorge Rafael Videla. Destacó que “estabilizar” es el “primer pilar del programa”, aunque aclaró que no es “el más importante” y destacó que “el ciudadano se va a acostumbrar fácil” a la estabilidad, pero al que “más le va a costar es al empresario” porque se combinan “proteccionismo y escasez de oferta”. “Hoy el empresario está re cómodo”, reflexionó. Martínez piensa en dos áreas para la intervención estabilizadora: la fiscal y la cambiaria.

Casi como una declaración de principios, apuntó a la necesidad de reformar el sector público, y señaló que hay que “eficientizar el Estado” y sus empresas públicas. La función estatal está, para Martínez, sujeta a la mera “regulación”, y debería ser “controlador” de "mecanismos occidentales" que pongan en valor la defensa de la competencia”. Calificó como un “sustituto imperfecto muy dañino” para la libre competencia, el programa de Precios Cuidados: “Es la antidefensa de la competencia, porque la empresa grande que tiene espaldas se maneja, pero las chicas quiebran”. También arremetió contra la imposibilidad de conseguir productos importados de los protegidos por el gobierno nacional. “Si comparas lo que sale un auto o un electrodoméstico acá, con lo que sale en otro país, y el precio se te duplica. Pierde el consumidor”, se lamentó Martínez, que enfatiza que se deben eliminar “los puestos improductivos” del Estado.

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Mencionó que se debe “desobstruir” y “desregularizar” al sector privado, al que apuntan que deben priorizar en el primer momento del programa de estabilización con incentivos para la inversión. El director de IERAL piensa esta medida de forma total: “desde el marco tarifario y energético hasta las leyes laborales”. “Vas a cualquier cámara PYME o a cualquier sector económico y te piden a gritos una reforma laboral”, reveló.

Las tareas trazadas por la Fundación Mediterránea” plantean una gradualidad que “no es gradualista”, en contraste con las críticas “extremistas” que varios agentes económicos le achacan a la gestión de Mauricio Macri. Con esta aclaración, Martínez se adelantó a la pregunta que se le avecinaba y afirmó que no es posible quitar el cepo cambiario “de entrada” con las limitaciones actuales. Y desarrolló: “El comercio no puede estar restringido. Después hay otras medidas para evitar que ingresen capitales especulativos, y también distintos grados de terapia para los distintos demandantes del mercado cambiario. Es decir, qué tipo de tratamiento habrá para el atesoramiento de dólares liso y llano, para los dividendos y utilidades de las empresas, y para los pagos de los servicios financieros”.   

El referente de IERAL dio más precisiones sobre los tiempos en los que debería desarrollarse cada etapa del programa económico y destacó que la primera fase, la de la estabilización, será precedida por la situación económica que se derivará de las PASO de agosto y de las elecciones generales de octubre. La metáfora que utilizan tanto Martínez como Melconian es “acomodar los melones”. “Tenemos una hipótesis de transición colaborativa, en el que se involucra el gobierna que se va con el que reelige o el que entra. Macri por ejemplo, en 2019, fue colaborativo: le entregó a Alberto (Fernández) el Banco Central con reservas, ajustó el cepo para que no se le vayan más reservas, subió las retenciones para cerrar la brecha fiscal y entregó un fisco equilibrado”, detalló.

Martínez señaló que si esto no ocurre en esta transición “será más compleja” la estabilización. El organismo apunta a la necesidad de ajustar los precios relativos, y los agrupa en este orden de importancia: tarifas de servicios públicos, el tipo de cambio y los salarios. Para el economista, el “atraso del tipo de cambio” actual “no es grosero” pero si ve esto con el cuadro tarifario.

La misma adjetivación le valió al valor del boleto del transporte público en el AMBA. Sobre este tema tan sensible, Martínez señaló que proponen mantener los subsidios para quienes “no lo pueden pagar”: “Nosotros pensamos en darle subsidios a la demanda, no a la oferta”, aclaró en relación a los valores de las tarifas de trenes y colectivos, pero también en la factura de la luz.

“Para cada sector social estamos pensando cómo se compensa eso, porque lo cierto es que el salario también llega muy golpeado”, asumió, mientras reconocía que los trabajadores argentinos “hoy son pobres para los estándares medios de Latinoamérica”. Esta recomposición la tiene que impulsar el mercado, pero vos tenés que ayudar”, indicó.

No faltó lugar para balancear la performance del precandidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa, al frente del ministerio de Economía. Desde la Fundación Mediterránea lo resumen así: “Massa pisa y licúa, licúa y pisa”. Con esta ecuación resume el economista la reducción del gasto público que desarrolla Massa: “Hizo una tarea importante en tarifas, empezó a hacer algo con los planes sociales, pero más de la mitad de su tarea se la hizo la inflación”, resumió Martínez, que señaló que el referente del Frente Renovador aplicó un programa “para evitar el helicóptero pero que no le asegura llegar a las elecciones”. El director de IERAL planteó igualmente que Massa tuvo mala suerte por el contexto de sequía “histórica” que le significó a la Argentina perdidas por 20mil millones de dólares, aunque “no es una excusa”. “Con la pandemia, Argentina aumentó su gasto social y una vez que terminó esa magnitud de gasto quedó”.

En este periodo hacia el calendario electoral, Martínez observó que es un fundamental la forma de arreglo de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Buscarán conseguir préstamos sin condiciones, que es lo que hacen de manera poco transparente con China, y si esto no alcanza deberán buscar préstamos con condiciones al Fondo. Y si no consiguen ninguna de las dos, ahí no sé”, disparó. Indicó que las condiciones con las que el FMI volverá a la carga en un nuevo arreglo son “la de siempre”: énfasis en el tipo de cambio, los cuadros tarifarias y las tasas de interés. Desde IERAL plantean que si se cae el acuerdo, “el FMI será cómplice”, aunque saben que sin el sello del Fondo también se cortaría la financiación de otros organismos multilaterales. Si “no se empiojan  las negociaciones con el FMI”, Martínez ve un escenario de relativa tranquilidad de caras a agosto y a octubre.      

Otro punto nodal del programa de IERAL es el de la conformación formal de una economía argentina bimonetaria. “El ahorro de todos los argentinos está en dólares: en un colchón, en Uruguay o cualquier paraíso fiscal, y está en blanco, negro y ‘gris’. Pero así no aguanta más el país. Todos esos recursos están, pero al que le sobra no invierte. Hoy los dólares que los argentinos tienen no se pueden poner en el circuito. Con el esquema de bimonetarización, el proceso para la generación de inversiones, que es largo y costoso, puede comenzar a destrabarse. Las inversiones fuertes llegan a los países que son estables y en los que se implementa un programa que dé resultados”, aseguró Martínez.

La Fundación Mediterránea propone que sea uno de sus integrantes en un eventual nuevo gobierno quien se encargue de llevar adelante este programa, lo que deja en pie una hipotética asunción de Melconian al frente del ministerio de Economía. Martínez sabe que si eso se da, deberá haber acuerdos políticos amplios y también sectoriales, con un nuevo presidente que “deberá ser un estadista”. “La mitad del programa tiene que ver con la comunicación”, aclaró. Pero inmediatamente reiteró que “si podemos estabilizar, rápidamente se reducirá el riesgo país y habrá mayor inversión”.

Martínez señaló que con los equipos económicos de la primera plana de JxC tienen reuniones frecuentes y que “las primeras diez hojas de ruta” son compartidas, y tienen matices en números y variables.

Será cuestión de tiempo saber si esos lineamientos serán los que conduzcan al país a partir del 10 de diciembre.