El presidente de la Nación, Mauricio Macri, desde las 17.30 horas brindó una conferencia de prensa desde la Quinta de Olivos en la que habló sobre los objetivos de su gestión, pero no aportó nueva información. El mandatario consideró que el problema es que "puse metas muy ambiciosas" y reconoció que hubo "problemas de coordinación entre el gabinete económico y el BCRA".

El Jefe de Estado aseguró que "la turbulencia cambiaria la consideramos superada" y repitió que "esto no tiene nada que ver con crisis que hemos sufrido en el pasado". Luego, insistió con que "tenemos la experiencia del pasado de la cual hemos aprendido" y agregó que "tenemos que hacer un balance de lo que pasó para entender cuál es el problema central que tenemos que resolver".

En esa línea, mencionó que no lograron cumplir con "la velocidad con la que nos habíamos comprometido reducir el déficit fiscal" y que si bien gracias al esfuerzo de todos los argentinos "hoy estamos en una posición más sólida, pero seguimos con el mismo problema de fondo". Es por eso que "tenemos que acelerar". Además, dijo que "la autocrítica que me hago es que, por mi personalidad por mi temperamento, siempre he sido muy positivo, muy optimista y tal vez me puse metas muy ambiciosas y puse metas ambiciosas para todos".

"Es el momento de terminar con esta historia de parches y mentiras", afirmó Macri, y consideró que "los argentinos necesitan tener previsibilidad, tener la certeza de que este gasto descontrolado no los va a terminar aplastando".

El Presidente reconoció "problemas de coordinación entre el gabinete económico y el Banco Central"por lo que anunció que "vamos a delegar la baja de la inflación" a la institución que coordina Federico Sturzenegger ya que es "el objetivo fundamental" del Gobierno Nacional. A la vez que ratificó a su equipo económico.

Para bajar el déficit, Macri remarcó la importancia de "hacer un gran acuerdo" con todos los dirigentes políticos e intentó interpelarlos: "es el momento que nos hagamos cargo de corregir el problema que tenemos desde hace décadas".

Finalmente, se refirió al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y aseveró que "es todo a favor de la Argentina" a la vez que negó que el Fondo haya planteado leyes laborales y dijo que "acá nadie nos va a condicionar". Luego chicaneó a la gestión anterior al afirmar que "vamos a hacer un acuerdo inteligente con el FMI y que garantice el crecimiento" y concluyó: "podemos ir al Fondo porque no tenemos nada que ocultar, nosotros no tenemos gente que lleva bolsos al convento".