Cuando Maximiliano Bondarenko estrenó su cuenta de usuario en la exTwitter ahora X el 9 de mayo de 2017 lo hizo con un solo objetivo: meterse de lleno en la campaña de medio término en la que CAMBIEMOS daría la batalla legislativa en la provincia de Buenos Aires.

Ya para ese momento asomaba su faceta que más quiere hacer explotar aun hasta el día de hoy: la política. Y más circunstancialmente utiliza su chapa de excomisario de la Policía Bonaerense.

Pero a la luz de los hechos dados a conocer esta semana, por los que el gobierno provincial denunció la existencia de documentos, archivos y chats entre 24 agentes que fueron desafectados por operar a favor del candidato a diputado provincial libertario con recursos del Estado, y plantear un golpe institucional, Bondarenko utiliza el doble comando en su favor. 

Beneficios de una “casta” que los hermanos Javier y Karina Milei suelen perdonar, más cuando se anotan candidatos “populares” para disputar el terreno caliente de la Tercera Sección Electoral. 

Cultor de un perfil bajo y buen orador que fue desarrollando desde sus inicios en su formación castrense, cosa que resalta cada vez que puede, para luego pasar a las fuerzas policiales, Bondarenko nunca se caracterizó por la falsa modestia. “Es preferible el agradecimiento del subalterno qué la felicitación del superior", era su mantra para congraciarse.

Cultor de un perfil bajo y buen orador que fue desarrollando desde sus inicios en su formación castrense, cosa que resalta cada vez que puede, para luego pasar a las fuerzas policiales, Bondarenko nunca se caracterizó por la falsa modestia. “Es preferible el agradecimiento del subalterno qué la felicitación del superior", era su mantra para congraciarse.

El también Técnico Superior en Seguridad Pública sacaba chapa de su rol como Comisario inspector, cargo al que llegó meteóricamente en tan solo ocho años.

Uno de los territorios bonaerenses que las fuerzas de derecha se jactan de mostrar como el principal foco de la delincuencia fue precisamente el que galardonó a Bondarenko el 8 de octubre de 2015, a poco más de dos meses para que Cristina Kirchner dejara la presidencia.

En un acto en la localidad de Laferrere, en La Matanza, Bondarenko se tiraba flores con el exsecretario de Seguridad Carlos Orsingher, que ahora es secretario del Concejo Deliberante local: “A ningún móvil de La Matanza le falta guita de combustible, y eso es gracias a este señor”.

“Bondarenko no existe si no tiene un grupo de trabajo como el que tiene atrás. Ahora hay 56 móviles con efectivos arriba y dando vuelta y cuidando a la gente de La Matanza mientras yo estoy acá festejando con ustedes”, planteaba con férreo convencimiento el hoy candidato a diputado “libertario” en PBA sobre la gestión de Fernando Espinoza.

Para llegar a ese momento en el que la cabeza de boleta “libertaria” este 7 de septiembre fuera designado jefe de zonas sensibles como González Catán, Virrey del Pino y Laferrere, como parte del Comando Sur, hay que ir varios años atrás.

Bondarenko entró los 16 años en la escuela de Suboficiales Sargento Cabral, del Ejército Argentino, bajo las órdenes del Mayor Aranda y del Mayor Justiniana.

Su ingreso a la fuerza policial se produjo nada más y nada menos que un 24 de marzo. En ese 1997 comenzaba como cadete y en solo ocho años ascendió de oficial ayudante a comisario inspector. Tuvo seis promociones entre 2002 y 2008.

Quizás en esto haya influido su estrecho vínculo con el exgobernador peronista de la Provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, de quien fue custodio durante su mandato y también cuando se alejó del máximo cargo bonaerense.

En su legajo reporta haber prestado servicios para la División Seguridad Presidencial, Casa de Gobierno y la Jefatura Departamental La Plata. También figura su paso por unidades de Comandos de Prevención en La Matanza y Moreno, y su labor en el Centro de Altos Estudios y Especialidades Policiales.

Como repasan en Letra P, Bondarenko acumula varias sanciones que lo colocarían lejos de la cantidad de ascensos que tuvo a lo largo de su carrera, si no se explicara por sus contactos con el mundo de la política y de las fuerzas de seguridad.

Registra arrestos entre 1999 y 2002 por negligencia en el cumplimiento del deber y desobediencia a superiores. También fue amonestado en 2003 por impuntualidad y tuvo una suspensión de 15 días en 2014 por un sumario de Asuntos Internos donde se indicaba una infracción al artículo 198 del Decreto 1050/09.

Esta misma dependencia lo desafectó temporalmente del servicio en 2012, al que luego fue reincorporado. Bondarenko además arrastra un sumario administrativo por presunto hurto automotor iniciado en 2010, con una causa archivada por falta de pruebas.

Y si todo el historial negro dentro del cuerpo de uniformados no alcanza para concluir sobre los privilegios de casta del candidato de LLA, tampoco lo ayudan las múltiples licencias que se tomó.

Pidió una especial sin goce de haberes por un año completo en 2016, cuando se incorporó al Registro Nacional de las Personas (Renaper). Ya para ese entonces había cambiado de piel y se metía de lleno en la política, incorporándose al PRO.

En 2017 accedió a una reserva de cargo cuando consiguió una banca como concejal en Florencio Varela. Ya se dedicaba tiempo completo a la partidaria en el municipio del sur del Conurbano, embanderado en el espacio de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, y de la mano Emilio Monzó y del referente local Pablo Alaniz, figura cercana a Marcos Peña.

“Haciendo lo que hay que hacer en Varela”, era el slogan de campaña.

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X de Maxi Bondarenko

Justamente “Marquitos”, el exjefe de Gabinete otrora todo poderoso de Macri, era el blanco predilecto de Milei para hacerse conocido en los medios de comunicación. Al día de hoy es mala palabra en el elenco “libertario”. Para su suerte, nadie en LLA vincula a Bondarenko con Peña.

En diciembre de 2021, luego de terminar su cargo en el Concejo Deliberante, Bondarenko dio otro garrochazo y se alió a la UCR de Facundo Manes, que perdería frente a Diego Santilli la interna de cambiemista.

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X de Maxi Bondarenko

Fue en ese entonces que comenzaría a relacionarse con el senador provincial bonaerense Carlos Curestis. A comienzos de este año, y por titular de LLA en el Senado de PBA, Bondarenko ya se consolidaba como armador de Sebastián Pareja en Varela, y el 10 de abril pasado, a semanas de ser oficializado como principal candidato legislativo por la Tercera Sección, presentó su baja voluntaria de las fuerzas.

Calificó al municipio que conduce el peronista Andrés Watson como “un mix entre Rosario y Formosa”, haciendo alusión al narcotráfico y al supuesto control del PJ sobre la población. Discurso alineado con el de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, con quien tiene una buena relación.

Tiene sentido. Necesita empaparse del discurso manodurista de uno de los dirigentes con mejor imagen del Gabinete nacional. Por lo pronto, también los une su historial político camaleónico.