Se puso rara la “libertad” en la Argentina de Javier Milei: en su lucha por condicionar a los medios y censurar las voces críticas, este viernes el Presidente denunció por calumnias e injurias a tres importantes periodistas que cuestionaron su gestión en el Gobierno Nacional. Anoche, el líder libertario ya había amenazado con encarcelar a quienes pusieran en juicio su administración. Continúa la guerra del oficialismo contra la prensa, que ya provocó una brutal paliza a un reportero opositor.

Viviana Canosa, Carlos Pagni y Ari Lijalad son los nuevos objetivos del ataque desenfrenado de la Casa Rosada contra el periodismo. En esta oportunidad, la agresión llegó por vía judicial con denuncias penales por presuntas “calumnias o falsa imputación” e “injurias”. Las acusaciones fueron firmadas por el Presidente de la Nación y ya reposan en los Juzgados Criminal y Correccional Federal N°2, N°3 y N°6 respectivamente, donde la abarrotada Justicia deberá darles tratamiento.

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En sus justificaciones, el Jefe de Estado se quejó de que Canosa lo tratara de “déspota” y “autoritario” -si bien los términos son bastante amables en contraste con la verborragia que suele caracterizar a los discursos del propio libertario-. En el caso de Pagni, la crítica fue que “realizó manifestaciones en las que le atribuyó conductas” similares a las de Adolf Hitler. Finalmente, el episodio de Lijalad fue parecido y también involucra una supuesta comparación con el líder del nazismo en Alemania.

Irónicamente, semanas atrás fue el propio Milei quien aseguró que “la gente no odia lo suficiente a los periodistas”, una fuerte agresión que tiene, además, un tenor más grave aún por provenir de la máxima figura institucional del país. Poco después, el mensaje se materializó en una golpiza en la calle al conductor Roberto Navarro por su alineación opositora. Ayer, el Presidente bromeó al respecto y duplicó su apuesta: “¿Tenés la libreta con los periodistas que tengo que meter en cana?”.