Tras la devalución y los anuncios de reducción de subsidios al transporte y los servicios, el cese de la obra pública, terminación de contratos en el Estado Nacional y demás medidas de recorte presupuestario, la Confederación General del Trabajo convocó a una reunión de urgencia en la que se redactó un documento conjunto para rechazar el ajuste del gobierno de Javier Milei.

Bajo el título “No es la casta. Al ajuste lo paga el pueblo”, los dirigentes gremiales consideraron que "no estamos ante un plan económico, estamos ante medidas desordenadas de ajuste”. 

Los sindicalistas consideraron que los anuncios realizados por el Gobierno generarán “una fuerte aceleración del proceso inflacionario, que dinamitará el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores formales e informales, trabajadores de la economía social y solidaria, de cuentapropistas y autónomos, así como también de jubilados y pensionados”. 

"Esto significa que, el anunciado ajuste, no ajusta a la ‘denominada’ casta como se prometió en la campaña. El ajuste de Milei, una vez más, recae sobre el pueblo”, señalaron.

Y añadieron: “De acuerdo a lo pronosticado por las propias autoridades económicas del actual Gobierno, las medidas anunciadas ubicarán el índice inflacionario mensual entre un 20 y un 30% al menos por el próximo cuatrimestre situación que, de no ser acompañada por una política de ingresos ejercida a través del libre ejercicio de las negociaciones paritarias y de políticas activas compensatorias, pondrá a millones de argentinos y argentinas en una situación socioeconómica desesperante, sin garantías de poder acceder a sus necesidades básicas”.

Los líderes de la CGT opinaron que las medidas “más que un ajuste ortodoxo, son un disciplinador social” dado que “ahogan a las provincias vía recortes impositivos y pretenden una transferencia de recursos de los trabajadores y jubilados a la Nación por la ausencia de una política de ingresos”.

“Además, implican una fuerte paralización de la actividad económica con su consecuente puesta en riesgo de cientos de miles de puestos de trabajo”, agrearon. De todas maneras, los dirgientes gremiales evitaron tomar acciones concretas, por el momento, a la espera de “mayores precisiones”.

Según explicaron, se mantendrán prudentes dado que siguen comprometidos a “contribuir a la gobernabilidad”, pero advirtieron que "para ello consideramos imprescindible una convocatoria al diálogo de parte de las autoridades gubernamentales”.

Al término de la reunión, Héctor Daer, uno de los jefes de la CGT, señaló que no se habló de medidas durante el encuentro, "pero si los salarios y las jubilaciones son pisados, vamos a actuar”.