El Gobierno tiene una debilidad política que parece menor al lado de la pandemia, el mega endeudamiento y la situación social. Tener minoría en la Cámara de Diputados no le permite al oficialismo avanzar en distintos proyectos de ley que salen de la Casa Rosada como iniciativas importantes en la gestión. En los próximos días vence el DNU que rige con las restricciones a la circulación y no habrá ley de Emergencia covid-19 porque no consiguieron los votos que faltan.

“El Gobierno no puede acordar con los gobernadores un plan federal para manejar la pandemia y nos quiere poner a nosotros como responsables”, reprochó ante la consulta de Diagonales uno de los diputados del centro que podría destrabar la votación. “No se entiende que manden un proyecto que le dice a los gobernadores lo que tienen que hacer, sin coordinarlo con ellos”, agregó.

Lo cierto es que el vínculo entre los mandatarios provinciales y el Gobierno ya no es el mismo que el año pasado. El desgaste que generó la pandemia con la situación sanitaria y económica generó algunos cortocircuitos. En la Casa Rosada dejaron trascender el enojo del Presidente con varios gobernadores que no controlaron la circulación a principios de abril con la llegada de la segunda ola.

“No nos queda mucho margen para volver a encerrar a la gente en su casa después de un año entero”, señalaron desde el entorno de uno de los gobernadores que marcado por la Casa Rosada. Después vino la ronda de reuniones con epidemiólogos y todos los gobernadores, donde finalmente se comprometieron a controlar mayor. Mientras tanto, semana a semana, los casos subían.

Fue a mediados de abril que el Presidente anunció que mandaría el proyecto de Emergencia Covid que establece criterios epidemiológicos para gestionar la pandemia según la situación de cada distrito. Queremos sentar bases en el Congreso sobre cómo abordamos una pandemia que pone en riesgo ambos derechos. Creemos que es un proyecto equilibrado", señalaron voceros oficiales el 10 de mayo cuando se presentó el proyecto en el Senado.

La debilidad política del Gobierno

El proyecto fija "reglas generales para todo el país en las que se incluyen medidas de prevención, como uso obligatorio de barbijo, ventilación; y luego, la segmentación por riesgo epidemiológico". En las zonas de bajo riesgo, "se aplican las conductas generales de prevención"; en "riesgo medio", aparecen otras restricciones como las reuniones en casas particulares; en "alto riesgo, se agrega por ley, la prohibición de las reuniones familiares, el cierre de salones de fiesta y de salones gastronómicos, prácticas recreativas en lugares cerrados, bingos, reuniones religiosas y restricciones adicionales de circulación".

Igualmente, los diputados de Juntos por el Cambio no necesitaron leer el proyecto para oponerse. Desde el primer momento en el que el Presidente habló de esta iniciativa, en los primeros días de abril, dijeron que “no le iban a dar superpoderes al Gobierno”. El texto aun no era conocido.

Sin embargo, dentro del Frente de Todos hay distintas corrientes que en mayor o menor medida apuntan a Diputados por no avanzar con este, y otros proyectos. La semana pasada el senador por Neuquén, Oscar Parilli, y de máxima confianza de la vice, Cristina Fernández de Kirchner, lo dejó en claro en el Senado cuando debatían un proyecto de acoso callejero.

“Ojalá que este proyecto no duerma el sueño de los justos en Diputados como lamentablemente está ocurriendo con más de 30 proyectos de distinta índole que sancionamos", remarcó apuntando claramente a Sergio Massa, titular de la Cámara baja, con quien no logra reconciliarse.

La debilidad política del Gobierno

“Necesitamos que algunos gobernadores nos den una mano para conseguir los votos. No pueden ellos también pensar en las elecciones ahora, tenemos que gobernar una  pandemia y hay que hacerlo todos juntos”, reclamaron en el comando oficialista para referirse principalmente al santafesino Omar Perotti, al cordobés Juan Schiaretti y al entrerriano Gustavo Bordet.

“Nosotros a los socialistas no les podemos pedir nada, en la provincia son nuestra principal oposición. Es más, te diría que el gobernador (PJ) se lleva mejor con el PRO que con el Partido Socialista”, contestó uno de los hombres cercanos al primero.

En cuanto a Schiaretti la situación genera más confusión en el oficialismo. Córdoba está en emergencia. Esta semana anunció que volvía a fase 1 porque tiene el sistema de salud colapsado y los casos no paran de crecer. Pero el gobernador, por fuera de las medidas y leyes económicas, se aleja de la Casa Rosada y toma distancia.

“Hace su juego, y está bien, pero cuando necesita ayuda te llama en seguida”, entienden en el Gobierno. Así sus cuatro diputados rechazan el proyecto de Emergencia covid 19, y se lo hicieron saber al oficialismo.

También rechazaron que no van a votar a favor los dos socialistas, los tres lavagnistas, los dos de la Izquierda, la neuquina Alma Sapag (MPN) y la tucumana Beatríz Ávila (PJS). Con los 115 de Juntos por el Cambio suman 128, una cifra que, de mantenerse firme, podría frenar las intenciones del Gobierno.

Hay cuatro diputados que no definieron su voto y podrían acompañar al oficialismo. Estos son el riojano Felipe Álvarez y el santacruceño Antonio Carambia, que posiblemente ambos voten a favor. Pero el escollo más complejo está en los dos del bloque Justicialista, el salteño Andrés Zottos  y el bonaerense Eduardo “Bali” Bucca.

Para el apoyo están los 117 del Frente de Todos (son 119 pero Sergio Massa solo vota si hay desempate y José Ignacio “Vasco” de Mendiguren está de licencia por su cargo en el BICE). A estos se suman los seis del Interbloque Federal para el Desarrollo que conduce el mendocino José Luis Ramón. Así el apoyo queda con 123 votos a favor, por debajo de los 128 que rechazan la medida. En caso de que los cuatro indecisos voten a favor, el Frente de Todos tampoco llegaría a la mayoría. Para eso debe convencer al menos a dos de los bloque del centro, que según lo que pudo sondear este medio, parece ser una tarea difícil.