La estrategia de polarización permanente
La orden de Bonadio despertó cientos de hipótesis y de interpretaciones. La fragilidad del estado de derecho y la identificación de CFK como único símbolo de referencia opositor
Con la judicialización de la política y con el pedido de desafuero de CFK, el Gobierno lleva la fragilidad del estado de derecho al extremo para dar sustancia a una estrategia política: identificar a Cristina como único símbolo de referencia opositor.
Detrás de esta estrategia –que algunos marcan como un pacto implícito entre Macri y CFK- el resto de los dirigentes del peronismo se transforman en rehenes. No pueden negar las “irregularidades” judiciales, y se ven obligados a pronunciarse. Y en el imaginario colectivo quedan relegados detrás de la figura de Cristina Kirchner.
El único que no se ha pronunciado sobre la orden de Bonadio fue Sergio Massa, pero luego todos -incluso Florencio Randazzo- se sintieron impulsados a hacerlo ante la brutalidad de lo ocurrido.
En este contexto, el peronismo tiene serias dificultades para recuperar la agenda de lo que le pasa a la sociedad, porque comen del plato que les deja servido el Gobierno y porque, además, discuten la interna del partido cuando el propio sistema de partidos está en crisis.
Cambiemos tiene una construcción política antagónica a la del peronismo. Este último presenta un liderazgo y una multiplicidad de discursos. Cambiemos sostiene un mensaje y un equipo reducido de interlocutores, con la idea de equipo representada por Mauricio Macri, con María Eugenia Vidal como la “madre protectora”, con la "República" encarnada por Elisa Carrió, y con la gestión encabezada por Horacio Rodríguez Larreta.
Esto claramente no pasa en el peronismo que tiene serios problemas para comprender los cambios sociales y culturales que ha sufrido una sociedad hiperconectada e hiperinformada.
Mientras el Ejecutivo nacional se encarga de ensalsar un liderazgo “negativo” opositor -que sería el de CFK- bajo concepciones como la de “chorros” y “traidores a la Patria”, el peronismo no encuentra el modo de salirse de esa lógica para encarnar una opción alterna de futuro.
En esta Argentina volátil, Mauricio Macri y su equipo celebran su estrategia “exitosa”. Han pasado dos años de gobierno y es clara cuál es la oposición predilecta de Cambiemos. Con CFK siempre arriba del ring y tiñendo a todo opositor de kirchnerista. Por eso quizá algunos priorizan el silencio por sobre la confusión.