Sergio Massa y Javier Milei salieron del Centro de Convenciones Fórum de Santiago del Estero con la certeza del objetivo cumplido. Ninguno de los dos, principales aspirantes a ingresar al balotaje presidencial, sufrieron fuertes sofocones que los hicieran trastabillar rumbo al 22 de octubre. Los intentos de sus rivales, y también el de ellos entre sí, por meterlos en el barro fue superado convincentemente.

Hay un hecho claro: nadie dio ventajas por innovar sobre la marcha del debate. Eso, sumado a la dinámica del intercambio propuesto por la Cámara Nacional Electoral, quitó también frescura a las intervenciones. En ese marco, las principales cartas de los candidatos se pusieron sobre la mesa durante el abordaje del primer eje, el más caliente: el de la economía.

Durante la presentación, quien más apuntó al golpe por golpe, y optó por no plantear una impronta propositiva, fue Patricia Bullrich. La candidata de Juntos por el Cambio (JxC) apuntó a la tumultuosa gestión económica del tigrense y hacia Milei, disparó contra las contradicciones del economista ultraliberal por sus acuerdos con lo que él denomina “la casta”. “Massa ya es presidente en funciones y su gestión es un desastre. Milei tampoco, está solo y por eso tranza con lo peor de la política y el sindicalismo mafioso. ¿Con Barrionuevo piensa hacer un cambio? Contámela a mí. Para cambiar se necesitan dos cosas. Primero coraje. El miedo es el peor enemigo de una gestión y yo tengo lo que hay que tener”, expresó.

La foto conjunta que no fue, los reclamos con micrófono apagado y poco lugar para “salirse del libreto”

LO MÁS CALIENTE, EN EL DEBATE ECONÓMICO

El líder de La Libertad Avanza (LLA) expuso en el primer eje, el económico, que tener “más del 40% de pobres, 10% de indigentes, la inflación descontrolada y camino a la mayor crisis de la historia argentina” se explica por “el modelo de la casta”. Milei mostró algunas de sus propuestas: “una reforma del Estado, ajustar drásticamente el gasto público, reducir impuestos, simplificar el sistema tributario, desregular a fondo la economía, hacer privatizaciones para sacarnos las nefastas empresas del estado de encima, abrir la economía y cerrar el Banco Central”.

Los pedidos de réplica no se hicieron esperar. El de Myriam Bregman del Frente de Izquierda (FIT) fue de los más contundentes: “Milei llega hasta acá hablando contra la ‘casta’. No es casta, pero hace alianzas con Barrionuevo; no es casta, pero le arma la lista Sergio Massa. No es casta, pero lleva una vicepresidenta de la casta militar; no es casta, pero ya se mudó a un barrio privado como muchos de los políticos que él critica. Milei es un empleado de los grandes empresarios que han ganado millones en estos años, algunos viendo del Estado y con él esperan ganar mucho más. No es un león, es un gatito mimoso del poder económico”.

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Massa, por su parte, lo cruzó por la idea dolarizadora y señaló que “poner la moneda de otro país en las Malvinas y el Banco Central, como plantea este señor, es renunciar a la sangre de nuestros caídos y a la soberanía para el desarrollo de nuestras empresas. El destino de las PyMES está condenado si este señor gobierna la Argentina”. En la misma línea, Bullrich inquirió a Milei, planteando que “sin dólares no se puede dolarizar. Por eso lo importante no es lo que decis que vas a hacer sino lo que realmente estás en condiciones de hacer, un plan serio, concreto y eficiente”. El ultraliberal se limitaba a una risa socarrona mientras escuchaba las críticas de sus adversarios.

Cuando el turno de exponer fue para el ministro candidato, que enfatizó en los “errores de este gobierno que lastimaron a la gente”, separando su gestión en Economía de lo que es la administración de Alberto Fernández, y propuso una moneda digital, un blanqueo, modificaciones en el régimen penal cambiario y tributario y un “programa de desarrollo exportador”.

El primero que se le abalanzó fue Milei: “Ministro Massa, qué lindo que suena todo lo que dice. Lástima que no lo puede hacer si no baja la inflación. Mire, usted, en los doce meses, muestra una inflación de 120%; si tomamos el dato punta y lo analizamos, estamos en 300; si miramos alimentos, estamos en 470; si miramos mayorista, viaja al 700%, y encima hay una bomba adentro del Banco Central, donde las Leliqs triplican la cantidad de base monetaria. Es decir, estamos al borde de la hiperinflación. ¿Por qué no nos cuenta cómo va a evitar la hiperinflación en lugar de un cuentito de hadas?”.

La foto conjunta que no fue, los reclamos con micrófono apagado y poco lugar para “salirse del libreto”

Bullrich no quiso quedar fuera de la confrontación entre los dos potenciales candidatos a llegar al balotaje y desvió la discusión económica técnica para entrar al terreno de la chicana: “Massa, explicale a los argentinos cómo siendo el peor ministro de Economía, podés ser un presidente. Como podés dividirte en dos personas con tanto cinismo. Aumentaste 40 impuestos y después querés hacer una ley penal, ya tenés el primero, llevatelo a Insaurralde”.

Milei y Massa no escatimaron en sus solicitudes de réplica y gastaron las que tenían para contestar sobre la ideas económicas de la exministra de Seguridad macrista, que sostuvo que “nadie en Argentina aguanta más… Conmigo esto se acaba: voy a borrar del mapa la inflación sin cuentitos”. ”Yo vengo a eliminar la inflación… Esta es una oportunidad histórica”.

El candidato de UP la sacudió preguntándole si a la mitad de su ejercicio, sacarían a su potencial ministro de Economía Carlos Melconian como lo había hecho Mauricio Macri cuando dirigía el Banco Nación, mientras que apuntaba contra su idea de bimonetarización. “Te quiero agradecer a Patricia porque me permitió una de las satisfacciones más grandes de mi vida. Ella habla de los jubilados, pero me tocó a mí ver la sonrisa de los jubilados cuando tuve que devolver el 13% que ella descontó”, aseveró.

Milei corrió a Bullrich desde los aspectos técnicos del plan económico, uno de los puntos más flojos de la candidata de JxC: “Señora Bullrich, usted dice que va a bajar la inflación, que tiene plan, pero no esbozó ninguna medida para bajar la inflación. Le voy a decir algo, Argentina tiene un déficit fiscal de más de 14 puntos del PBI y 9 se generan en el Banco Central. El déficit cuasi fiscal que generan las Leliqs, son emisión monetaria futura, con lo cual, aun cuando usted alcanzara el equilibrio fiscal, ¿sabe qué? No le alcanza para frenar la inflación, va a tener que arreglar el problema del Banco Central y ninguno de los chantas que tiene como economistas dijo qué van a hacer con las Leliqs, solamente se concentraron en la independencia del Banco Central, que cuando usted fue gobierno, se llevaron puesto al presidente del Banco Central, generando una hecatombe, vamos, ¿de qué me está hablando?”.

La foto conjunta que no fue, los reclamos con micrófono apagado y poco lugar para “salirse del libreto”

EN EL SEGUNDO EJE, LOS CANDIDATOS SE ACOMODARON A LA DINAMICA DE DEBATE

Luego de los primeros 45 minutos iniciales, llegó el segundo tema de la noche: el debate educativo. Massa abrió el eje y prometió que subirían del 6 al por ciento la inversión del PBI en esta materia, para la “construcción de 731 centros de desarrollo infantil y jardines de infantes”, un “plan de alfabetización de 1º a 3º grado”, “matemática, robótica, programación e Inteligencia Artificial como materias obligatorias en 4 y 5 año” y la duplicación de las escuelas técnicas. “En materia universitaria estamos planteando un punto y medio del producto para ampliar la oferta universitaria. No como ellos que te la quieren cobrar: gratuita, libre y de calidad para que vos puedas elegir donde estudiar. Y en paralelo un fondo dentro de los 8 puntos del PBI para el presentismo porque queremos a los pibes en las aulas y a los maestros también”, señaló en uno de los pasajes más polémicos.

Bullrich lo increpó y fue con todo: “Si Sarmiento viera lo que está pasando en la escuela pública, les pones un cero y los manda a marzo. Así que Massa, lo que estás diciendo no tiene nada que ver con lo que pasa en el país. Dos años tuvieron la escuela cerrada, se terminó la mejor educación del mundo. Hoy estamos viviendo una tragedia educativa”. Y aseveró que en un eventual mandato suyo “los paros” y el “adoctrinamiento” se acabarían.

Juan Schiaretti comentó sobre el modelo educativo cordobés y Myriam Bregman sostuvo que “si la educación sigue en pie es gracias al esfuerzo cotidiano de la docencia, donde la mayoría son mujeres y son ellas las que se hacen cargo de los problemas que los pibes y pibas llevan al aula”. “Y encima se tienen que aguantar que los candidatos las hagan responsables de la crisis educativa de nuestro país. Si no fuera por la lucha de las docentes y la comunidad educativa, la situación sería mucho peor”, planteó.

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Llegó el turno de exponer para Javier Milei: “Durante ocho minutos escuchamos las palabras de mis adversarios, un montón de palabras bonitas, frases pomposas, un montón de buenas intenciones. Sin embargo, cuando vamos a los hechos, ellos son los responsables que el 50% de los chicos no entiende un texto que va a leer y que el 70% no puede resolver un problema matemático básico, esto, además, agravado en una situación en la que el 60% de los chicos son pobres. Por ende, ¿qué pueden hacer, pobrecitos, frente a semejante desastre? Por ello, nosotros estamos planteando una idea revolucionaria, que es la idea de implementar la idea del capital humano”.

El referente ultraliberal omitió usar la palabra “voucher” para referirse a su modelo educativo, y destacó que “se acabó esto de la asistencia esclavizante de darles el pescado, nosotros les vamos a enseñar a pescar, les vamos a enseñar a crear la caña de pescar y, si es posible, que tengan una empresa de pesca”. “Vamos a una solución donde los individuos sean plenamente libres y no esclavos del Estado y de los políticos”, concluyó. Durante las preguntas cruzadas, dio más precisiones a Schiaretti sobre este plan, aunque nuevamente omitió hablar de vouchers.

Quien más quiso exponerlo fue Bullrich: “Milei, cuando las madres y los padres pedían a gritos abrir las escuelas, vos, en los canales de televisión, gritabas no las abran, nos vamos a contagiar. No te importa la educación. Andá con el voucher a la Puna, andate al Sur del país, a cualquier lugar. No conocés la Argentina, planteas un modelo que sólo puede ser aplicado en la Ciudad de Buenos Aires. El país es más que la Ciudad. El voucher lo único que va a lograr es más desigualdad”.

LOS DD.HH Y LA “CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA PARTIERON AGUAS”

Bullrich inauguró la segunda parte del debate, señalado que “todo lo que sucedió fue una tragedia que nunca más puede suceder en la Argentina”. Buscó despegarse de su pasado montonero y la violencia armada: “Yo no la usé, fui de una organización juvenil, siempre lo dije y lo digo aquí. Lo mismo les pasó a grandes líderes de la humanidad, como (Nelson) Mandela y (Pepe) Mujca. Por eso quiero plantear esto con claridad para que nunca más se acuse falsamente”. Su planteó discurrió por una línea de “Teoría de los dos demonios”, cuando enfatizó que “la tragedia tiene que ser reconocida, tanto por los muertos de la dictadura como los muertos de las organizaciones armadas, tanto civiles como militares”. Con respecto a la “convivencia democrática”, aseveró que terminaría con los piquetes y las tomas de tierras. “Los Derechos Humanos son un patrimonio de todos los argentinos. No pueden ser utilizados por un partido político, un gobierno, tentando apropiarse de eso, apuntó Schiaretti.

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Bregman aseguró que las políticas de Bullirich “implican represión”, y le preguntó por Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y los femicidios diarios en nuestro país. Bullrich le contestó: “Quiero mandarles un abrazo grande a los gendarmes que fueron absueltos, acusados y a sus familias destruidas. En el colegio les gritaban asesinos cuando lo único que hicieron fue cumplir con su deber. Así siempre tratan a las fuerzas armadas y a las fuerzas de seguridad en nuestro país”.

En línea con Bullrich, Milei fue más a fondo, en un extremo negacionismo: “No son 30 mil desaparecidos. Son 8753 desaparecidos. En la Argentina hubo una guerra”, indicó el candidato de La Libertad Avanza. También habló de “curro” al hablar de los Derechos Humanos, como ya lo había hecho el expresidente Mauricio Macri. “¿No recuerdan algo así como Sueños compartidos o lo que es la propia Universidad Madres de Plaza de Mayo?

Massa apeló a “cuidar el legado: Memoria, Verdad y Justicia”, se posicionó sobre “el derecho a un ambiente sano, a la salud, a la educación, a la tierra y el derecho de las víctimas del delito y la violencia a ser asistidos por el Estado”, y sostuvo que la convivencia democrática debe basarse en “grandes acuerdos”.  

DURANTE LAS PREGUNTAS CRUZADAS, SE VIERON ALGUNAS DEBILIDADES

En el último tramo, Bullrich quiso congraciarse con Schiaretti cuando mencionó la huelga policial en Córdoba y que el kirchnerismo “los dejó solos”, señalando que su espacio los defendería. El candidato peronista insinuó que se mantendrían equidistantes en la contienda.

Uno de los momentos más álgidos fue cuando Massa lo buscó a Milei y pidió que el candidato liberal le pida perdón al papa Francisco por sus dichos sobre él. “Estás poco informado porque ya pedí perdón”, dijo el economista. “Dejá de chicanear y bajá la inflación”, agregó. Los comentarios siguieron por debajo de los micrófonos, y tuvieron que intervenir los conductores para ordenar el debate.

Cuando Bregman interpeló a Bullrich por el silencio de JxC en el “caso Chocolate” en la Provincia de Buenos Aires, la titular del PRO le recriminó que haya tildado de “represor” a Gerardo Morales por los incidentes en Jujuy, y se desligó del escándalo en la legislatura provincial porque “todos los implicados en esa causa son del peronismo, son de Insaurralde; el que maneja la cámara de diputados. Kicillof y el ministro de Justicia no dio ninguna explicación por qué cerró esa causa. Así que no acusen falsamente”.

Otro punto candente fue cuando Massa “coincidió” con Milei y quiso acorralar a Bullrich con su propuesta económica: “Quiero saber si es la de Macri alimentando a Milei, si es la de Melconian, al que echaron del Banco Nación, o si es la del radicalismo votando ganancias con nosotros”, consultó el candidato y ministro de Economía.

“Nuestra propuesta económica es clara y nítida. Nosotros sabemos que el país necesita solidez fiscal y para eso hay que terminar de emitir de una vez y para siempre. No, como estás haciendo vos ahora, que tirás planes ‘platita’ todos los días y estás haciendo un desastre económico. Para lograr cambiar la Argentina y tener además un país sin inflación, necesitamos que todos los argentinos gastemos lo que tenemos y vos aumentaste 40 impuestos en los cuatro años de este gobierno. Ese es nuestro plan, orden económico, equilibrio fiscal y ahí el país arranca”, sintetizó la candidata de JxC.

Pero Milei le repreguntó nuevamente sobre el plan económico: “Señora Bullrich, ya dos veces escapó la respuesta de cómo frenar la inflación y contesta la sarasa de plan integral. Acá la pregunta es qué va a hacer con las Leliqs, que es una emisión monetaria futura. O sea, le doy otra oportunidad, a ver si ahora la contesta”, consultó el economista. La respuesta fue la misma, general, pero Bullrich decidió escapar por la tangente.

La foto conjunta que no fue, los reclamos con micrófono apagado y poco lugar para “salirse del libreto”

Mire Milei, usted no me va a decir lo que yo tengo que decir. El país necesita equilibrio fiscal y hoy Massa está gastando de más, está generando déficit fiscal… Sin inflación el país comienza y arranca, la Argentina tiene todo, pero los argentinos no tenemos nada porque en el medio hay una serie de mafias, sus amigos, Barrionuevo, esa serie de mafias son las que impiden que el país crezca y yo tengo la fuerza y la voluntad para sacarlas del medio”, sostuvo Bullrich, que le repreguntó por su alianza con el líder de los gastronómicos.

Milei tiró munición gruesa: “¿Sabés qué, Bullrich? Barrionuevo es casta y vos sos más casta que Barrionuevo y, ¿sabés qué? Vos hacés mucha pompa de que cambiaste, porque, ¿acaso seguís siendo Montonera, tirabombas? No, te honrarás de cambiar. Bueno, nosotros vemos un problema enorme en el mercado laboral, queremos avanzar hacia un modelo de seguros de desempleo, queremos avanzar hacia una economía liberal y todos los que quieran cambiar y sumarse a esta revolución liberal para que Argentina sea potencia en 30 años, son bienvenidos. Obviamente, tu partido, que hace alarde de bloquear todo el tiempo, está claro que son parte del fracaso”.

Bullrich dejó en bandeja la respuesta a Massa, cuando le preguntó al candidato de UP si “mejor que decir es hacer”. Mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar. Desde hace un año, en medio de la crisis, me hice cargo cuando muchos se metían debajo de la cama y tomé decisiones para afrontar un nuevo programa con el FMI y para bajarles impuestos a los trabajadores. Ahora viene una etapa nueva, mi gobierno, no este gobierno. Y por eso creo que nuestra responsabilidad es tratar, por todos los medios, de consolidar un proyecto de exportaciones, de desarrollo económico y de mejora en la distribución del ingreso en Argentina. Obviamente corrigiendo los errores, pero además, haciendo los cambios que haya que hacer, cueste lo que cueste”.  

Luego de las preguntas cruzadas llegó la hora de los cierres y el minuto final para cada uno. Un final frío, con actitudes distantes entre los y las candidatas, una foto final que no se pudo realizar (Bregman salió disparada del escenario). Y la certeza de que, con mayores y menores dificultades en cada caso, la contienda seguirá en la Facultad de Derecho el próximo domingo.